
El equipo liderado por Vitor Gaspar, director del Departamento Fiscal del Fondo Monetario Internacional, estima que la deuda global alcanzó el año pasado un récord al tocar los 152 billones de dólares, alrededor del 225% del PIB mundial. Alrededor de dos tercios de este apalancamiento, es decir, 100 billones de dólares, corresponden al sector privado mientras que el resto es deuda pública, que a comienzos de siglo se situaba por debajo del 70% del PIB y en 2015 alcanzó el 85% del PIB.
"El exceso de deuda privada es un viento en contra importante para la recuperación mundial y un riesgo para la estabilidad financiera", avisó Gaspar, quien incidió que según señala el Monitor Fiscal, documento presentado el miércoles en Washington, "un rápido incremento en la deuda privada a menudo termina en crisis financieras". El funcionario de la institución también aseguró que la deuda pública es importante, ya que enfrentar una recesión con una posición fiscal debilitada "puede resultar en mayores pérdidas".
Según indica el análisis el apalancamiento privado se concentra en economías avanzadas y algunos mercados emergentes. "En las economías avanzadas, que fueron el epicentro de la crisis financiera global, el desapalancamiento ha sido desigual y en muchos casos la deuda privada ha seguido aumentando", aclaró Gaspar mientras manifestó que la deuda pública también ha aumentado en estos países, en parte debido al traslado de las deudas tóxicas y en mora del sector privado a los balances del gobierno. El director del Departamento Fiscal del Fondo Monetario señaló a China como país emergente pero "sistémico" donde la deuda privada también es elevada.
El Monitor Fiscal estima que el lento despalancamiento en las economías avanzadas es fruto del débil crecimiento económico. Es por ello que Gaspar y su equipo recomiendan intervenciones fiscales específicas en forma de programas patrocinados por el gobierno para ayudar a reestructurar la deuda privada. Además se apunta que el apoyo del sector pública en la reestructuración del sector financiero puede ser muy eficaz a la hora de reducir las pérdidas de producción relacionadas con el sector privado.
Sin embargo, para que funcionen estas medidas deben estar diseñadas de forma adecuada y contar con una supervisión fuerte. El Monitor Fiscal estima también que las políticas fiscales no serán suficientes por sí solas y deben coordinarse con las políticas monetarias y las reformas estructurales. "Estas sinergías pueden anclar las expectativas de inflación a largo plazo y dar lugar eventualmente a una tendencia a la baja sostenible en los ratios de deuda con respecto el PIB", manifestó Gaspar.