
Se llaman sociedades de inversión de capital variable aunque todo el mundo las conoce como sicavs, gestionan 32.000 millones, cuentan con medio millón de partícipes y han compartido protagonismo con las medidas sociales, económicas o de índole más política en los programas que los partidos presentaron para pedir el voto a la ciudadanía no en una sino en dos ocasiones.
De hecho, ocupan también un espacio entre las 150 propuestas que han acordado Partido Popular y Ciudadanos en su acuerdo de investidura, de momento fallida. En concreto, ambos partidos han acordado que si Mariano Rajoy llega a ser presidente de Gobierno, algo hoy por hoy poco probable, se exija que los inversores de las sicavs tengan al menos un 0,55% del patrimonio de las mismas, con el objetivo, dicen, de convertirlas en verdaderos instrumentos de inversión colectiva -el porcentaje es del PP porque la propuesta de C's es que su supervisión pase de la CNMV a la Agencia Tributaria-. "Trata de evitar el subterfugio que hasta ahora se daba en estas sociedades de incluir inversores con participaciones simbólicas, para conseguir llegar al mínimo marcado por ley de 100 accionistas", apunta Paula Mercado, de VDOS.
Sin embargo, en el sector, no han hecho otra cosa que criticar la propuesta, a la que muchos han tildado de "auténtico disparate". "Si se lleva a cabo esta medida lo que va a provocar es el efecto contrario ya que va a elevar mucho la inversión mínima por lo que limitas la entrada de inversores particulares", apunta Ángel Martínez Aldama, director de Inverco. No le falta razón, ya que hay que tener en cuenta que las sicavs cotizan en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) por lo que las participaciones se compran como las acciones y cuentan con una inversión mínima que de media es de 9,75 euros, según la información sobre valor liquidativo que facilitan las sicavs a Morningstar.
La reforma, en cifras
La medida supondría elevar esta inversión mínima por encima de los 54.000 euros, de media, según el patrimonio con el que cuentan ahora las más de 3.000 sicavs que hay en el mercado. "Es una reforma totalmente absurda que no tiene sentido ya que la fiscalidad de una sicav tiene que ser la misma que la de un fondo de inversión y va a crear muchos problemas para quien tenga actualmente dinero en las sicavs, que en los últimos años se han abierto al pequeño inversor", apunta Fernando Luque, editor de Morningstar en España.
Entre esas sicavs con amplio número de partícipes se encuentran, por ejemplo, Brunara Inversiones, Torrenova Inversiones o Smart Social Sicav, la primera sociedad creada a través de las redes sociales, que cuenta con más de mil inversores entre su accionariado. "Es un contrasentido porque va a provocar un gran daño a las verdadaeras IIC. En nuestro caso, el máximo accionista no tiene ni el 4 por ciento del capital y ahora solo 32 de los 1.000 inversores que tenemos tienen ese 0,55%", apunta José Sánchez, presidente de Smart Social.
El caso de Torrenova Inversiones, gestionada por Banca March y una de las más rentables de los últimos años ,es especialmente llamativo ya que puede salir muy penalizada por ser la la mayor en cuanto a patrimonio gestionado, con 1.322 millones de euros. Hasta ahora, la inversión mínima de esta sicav es de apenas 10 euros pero si entrara en vigor la medida se elevaría por encima de los 7 millones de euros. Una cantidad que a buen seguro pocos de los 5.500 accionistas con los que cuenta la sociedad podría pagar.
Eso sí, este alto número de inversores no es muy común en la industria de sicavs ya que, según la CNMV, solo el 0,74% de las sociedades cuenta con más de 500 accionistas, frente al 97% que cuentan con entre 100 y 500 accionistas.
La imposibilidad de que muchas de las más de 3.000 sociedades que actualmente cotizan en España como sicavs consigan alcanzar las inversiones mínimas que conllevaría la medida ya ha provocado que muchas de ellas hayan optado por las tres únicas vías que les quedan: convertirse en sociedad anónima, emigrar a Luxemburgo o Irlanda, donde cuentan con un mejor tratemiento fiscal, u optar por reciclarse vía fondo de inversión.
Esta última es la opción que han elegido hasta 36 sicavs que, según consta en la CNMV, optaron por fusionarse con fondos de inversión hasta el mes de julio, frente a las 3 que lo hicieron en el mismo periodo del año pasado, aunque se espera que sean muchas más las que opten por esta alternativa. De hecho, Lierde Sicav, la sociedad de César Alierta, ya ha asegurado que se lo plantea en caso de que cambie la regulacion de las sicavs. También lo hace Smart Social Sicav ya que, según explica Sánchez "es el único camino que valoramos para seguir siendo una institución de inversión colectiva".