
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), ha puesto en marcha su programa de compra de activos de bonos corporativos y, según Bloomberg, ya ha realizado las primeras compras. Según estos datos, el organismo ha comprado 3 millones de euros en bonos de la francesa Engie, aunque también ha adquirido bonos a 10 años de la española Telefónica. Consulte aquí todos los activos que están bajo el radar del BCE.
Aunque no se conoce qué parte de los 80.000 millones de euros mensuales del QE se dirigirá a deuda corporativa, sí se sabe cuáles serán los criterios de selección: bonos de la eurozona de grado de inversión, es decir, que se excluyen los bonos basura, y que además no pertenezcan al sector financiero, que representa la gran parte de deuda corporativa. Desde BNP Paribas consideran que "si pueden comprar al menos 5.000 millones de euros en bonos al mes, el programa será satisfactorio".
Desde que se anunciara esta medida en el mes de marzo, el rendimiento ofrecido por las emisiones corporativas ha caído sensiblemente. Y actualmente, el 13% del total de la piscina de bonos a la que puede acceder Draghi, que asciende a unos 728.000 millones de euros según UBS, ya cotizan con rentabilidades negativas, aunque ninguna emisión lo hace por debajo del -0,4%, que es el límite fijado por la autoridad monetaria de la Eurozona. En la cesta de la compra de Draghi entran 2.300 millones españoles en negativo.
El bono español, en mínimos de mayo de 2015
Mientras, los inversores se refugian hoy en el mercado de deuda, en particular de la española, lo que ha llevado a la rentabilidad del bono español a 10 años a renovar sus mínimos anuales hasta situarse en niveles no vistos desde mayo de 2015, en el 1,42%.
El clima que atraviesa Europa, con varios frentes políticos abiertos, ha generado una situación de inestabilidad ante la cual los inversores han decidido huir de la renta variable y buscar refugio en el mercado de deuda. No solo en la española, sino también en la alemana, hasta el punto de que el interés de su referencia a una década, el bund, se sitúa en mínimos históricos en el 0,039% (teniendo en cuenta que cuando baja la rentabilidad suben los precios y viceversa).
Una situación que podría acrecentarse aún más según los expertos. Commerzbank no descarta ver esta misma semana al bund en el 0%, según recoge Bloomberg. "El momentum es muy fuerte, además, estamos muy cerca de ese nivel", justifican en este sentido.
Con todo, la prima de riesgo española, que mide la diferencia entre el interés exigido por la deuda española a una década y su homóloga alemana, se sitúa hoy en los 136 puntos básicos, cinco puntos menos que la sesión anterior.
No son los únicos bonos que están siendo foco de las compras. La rentabilidad del bono a 10 años portugués ha bajado hasta el 3,09% y la del italiano, hasta el 1,4%. Por su parte, al otro lado del Atlántico, el interés exigido por el T-Note estadounidense se sitúa en el 1,7%, aunque todavía muy lejos de sus mínimos de febrero, en el 1,65%.
Pero las medidas de estímulo monetario no son la única explicación de lo acontecido en las últimas sesiones, a ello se suma el clima de inestabilidad que afronta el mercado. Ante ello, el hambre por refugiarse es tal que los inversores prefieren pagar por mantener su dinero a salvo en lugar de obtener rentabilidades con otras inversiones.
Así ocurre con la deuda alemana hasta su referencia a 9 años, que ha sido la última en conquistar territorio negativo y marcar niveles récord en el mercado secundario (que es donde cotizan los títulos tras ser emitidos). Lo hizo ayer por primera vez, bajando hasta el -0,023% y hoy se sitúa en el -0,091%.
No es el único, el mercado también paga por comprar deuda francesa, hasta su referencia a 7 años, y hasta el 3 años en el caso de la italiana y la española.