
Desde el pasado 16 de marzo, al cierre de la última reunión de política monetaria del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), las expectativas sobre una próxima subida de tipos han cambiado. Durante su conferencia de prensa, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, dijo que la posibilidad de un incremento el 27 abril seguía siendo "viva", aún así, con las nuevas previsiones recién sacadas del horno, el mercado miró al próximo 15 de junio, como fecha para efectuar una de las dos subidas previstas para este año.
Sin embargo, desde entonces, un amplio grupo de altos funcionarios del banco central estadounidense han manifestado su desacuerdo en este sentido. El presidente de la Fed de San Francisco, John Williams y su homólogo en la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart, dejaban claro en sus últimas declaraciones públicas que está garantizada una subida de tipos de 25 puntos básicos en el encuentro del próximo 26 y 27 de abril mientras James Bullard, presidente de la Fed de San Luis y con derecho a voto en el FOMC, advertía la semana pasada que la próxima subida "no está demasiado lejos".
Este tipo de mensajes distan del ofrecido por inicialmente por Yellen. "El tono de estos comentarios son algo inconsistentes con el último comunicado de la Fed y apunta que las proyecciones económicas se prepararon semanas antes de la reunión del marzo", indica Brett Ryan, economista de Deutsche Bank en Nueva York, quien asegura que dichas estimaciones podrían haber quedado obsoletas. Buena parte de la atención del mercado está centrada en el discurso que ofrecerá el martes Yellen en el Club Económico de Nueva York y donde se espera que ofrezca algún tipo de guiño al mercado.
En estos momentos se estima que la presidenta de la Fed intentará rebajar las expectativas ante el reciente repunte en los datos manufactureros así como la modesta mejora en la inflación. La reciente debilidad en el gasto del consumidor pasará factura al crecimiento del trimestre en curso, que según Deutsche Bank no sobrepasará el 0,5%. Otro factor importante está en la cifra de empleo de marzo. El consenso del mercado espera una creación de puestos de trabajo que ascendería hasta los 225.000 empleos pero si el resultado decepciona "podría rebajar los ánimos de aquellos que apoyan una subida de tipos en la primera mitad del año", asegura Ryan.
De momento, y según el indicador FedWatch que elabora la CME y que estima las previsiones futuras de un cambio en la política monetaria de EEUU, el 88,5% de los operadores considera que no habrá subida tipos el mes próximo. Tan sólo un 11,5% del mercado considera una subida de 25 puntos básicos. Para la reunión del 15 de junio, las expectativas estiman un 61,9% de probabilidades de que los tipos se mantengan entre el 0,25% y el 0,50% actuales y un 34,6% consideran que estos se moverán a un rango de entre 0,50% y 0,75%.
Desde el banco Brown Brothers Harriman consideran que esperar hasta junio tiene pros y contras. Por un lado, en dicha reunión se actualizarán de nuevo las proyecciones económicas, Yellen ofrecerá una rueda de prensa tras la reunión del FOMC y los datos económicos serán más completos con un perfil más completo del segundo trimestre del año. Dicho esto, junio se promete como un mes volátil para los mercados dado que Reino Unido celebrará su referéndum para decidir su permanencia en la Unión Europea. Un hecho que podría entorpecer los planes de la Fed en el caso de que un Brexit llegase a materializarse.