
En un nuevo revés vitoreado por la bolsa americana, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) dejó al término de su reunión de este miércoles que sus palomas dictasen el rumbo de la política monetaria en EEUU. Como esperaba el mercado, la presidenta del banco central, Janet Yellen, no movió ficha y mantuvo los tipos de interés entre el 0,25% y el 0,50. Sin embargo, las proyecciones económicas adjuntas al comunicado indicaron que los altos funcionarios de la Fed sólo esperan apretar en dos ocasiones las tuercas monetarias de la primera economía del mundo a lo largo de este año, dos menos de lo anticipado en diciembre.
Un cambio en su hoja de ruta que sitúa los tipos de interés en el 0,9% a finales de 2016, lejos del 1,4% previsto en diciembre, lo que implica dos subidas de tipos de 25 puntos básicos, cada una en los próximos meses. Esta rebaja atiende a "los riesgos que presentan los acontecimientos en la economía global y en los mercados financieros mundiales", sugirió la propia Yellen durante la conferencia de prensa posterior al encuentro. Aún así, la guardiana que vela por conseguir los objetivos de pleno empleo y una inflación del 2% estimó que el contexto "no ha cambiado mucho desde el encuentro de diciembre".
Aumentan los riesgos
El propio comunicado publicado al cierre de la reunión incidía en que desde enero "la actividad económica se ha expandido de forma moderada, a pesar de los desarrollos experimentados por la economía global y los mercados financieros". En este sentido, Yellen justuficó que, desde el comienzo del año, hemos experimentado un incremento de los riesgos financieros y la volatilidad que endurecieron las condiciones en EEUU. La presidenta de la Fed también mencionó que la perspectivas de crecimiento global se han debilitado, un hecho que "no ha afectado materialmente al escenario base" de la Fed, pero que ha invitado a los miembros del FOMC a operar con cierta cautela.
Si echamos un vistazo a la revisión de las perspectivas económicas, las expectativas presentadas por las doce reservas federales regionales que respaldan al banco central estadounidense sitúan el crecimiento económico en el 2,2% este año, dos décimas menos de lo previsto el pasado mes de diciembre. Un ligero cambio que coincide con las rebajas de crecimiento del Banco Central Europeo, que rebajó sus expectativas de crecimiento en tres décimas, hasta el 1,4%. Aún así, se mantienen las cifras de paro, que cerrará el año en el 4,7% y de inflación subyacente, que alcanzará el 1,6%. La presidenta de la Fed dejó claro que los precios del crudo seguirán pesando en los precios del consumidor, pero una vez que este factor transitorio se disipe, "se alcanzará objetivo de inflación en los próximos dos o tres años". Sin embargo, Yellen reconoció que "todavía no hemos concluido si existen señales significativas y duraderas de inflación".
De los 10 miembros del FOMC, entre los que se incluye Yellen, sólo Esther George, presidenta de la Fed de Kansas City, votó en contra de mantener los tipos de interés sin cambios y apostó por un incremento de 25 puntos básicos. Curiosamente, el halcón más voraz del FOMC parece obviar que estados como Dakota del Norte, Alaska, Wyoming y West Virginia registran una recesión económica dada su dependencia de la actividad energética. Precisamente, la caída en los precios del crudo "ha dañado a las economías emergentes", señaló Yellen, quien aclaró a los periodistas que "el futuro de la política monetaria es incierto a medida que la economía evoluciona". Es por ello que tanto ella como la mayoría del resto de funcionarios del FOMC optan por seguir con "cautela" y poder verificar que el mercado laboral estadounidense es tan "fuerte como parece" pese a los riesgos que acechan a la economía global.
La presidenta de la Fed observó un repunte de la inflación salarial y dijo que "no todos los riesgos son a la baja". Al fin y al cabo, EEUU ha demostrado ser una economía "resistente" a ojos del banco central estadounidense. Yellen dijo, eso sí, que, pese a "la mejora de la actividad económica, la desigualdad sigue aumentando".
¿Cuándo llegará la próxima subida de tipos?
Pese a que Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, indicó que la reunión del próximo 27 de abril sigue siendo "viva", es decir, su forma de implicar que podría haber una subida de tipos, el 88,5% del mercado no espera que el FOMC mueva ficha, según las expectativas del FedWatch que elabora la CME.
Tras la rueda de prensa de la presidenta de la Fed, las expectativas de una subida el 15 de junio cayeron hasta el 34,6% y no se observa una probabilidad elevada hasta el encuentro del próximo 21 de septiembre.
En estos momentos, el mercado digiere el cambio en el "dot plot" del organismo presidido por Yellen con una subida de 25 puntos básicos que llegaría a finales del verano y una segunda que podría producirse en la siguiente reunión del 21 de diciembre.
Aún así, algunos bancos, como Morgan Stanley, determinan que sólo habrá una subida de tipos este año y ésta llegará en el último encuentro del mes de diciembre.