Bolsa, mercados y cotizaciones

Es momento de apostar por la bolsa española y europea

  • Algunos valores favoritos de nuestro equipo son Indra, Bankinter o Acerinox

Durante el pasado mes de enero fuimos testigos de las peores rentabilidades en los grandes índices bursátiles desde 2009, con pérdidas del 5,1% en Estados Unidos, del 6,4% en Europa y del 8% en Japón. En las últimas semanas las bolsas europeas se han desplomado de nuevo. El Ibex ha llegado a caer hasta situarse por debajo de los 7.747 puntos, su nivel más bajo desde junio de 2013.

Las razones que se argumentan desde distintos foros para explicar estos descensos globales en los mercados son tres: la fuerte caída del precio del petróleo, los temores a una desaceleración acusada del crecimiento chino y las cada vez mayores expectativas de contracción de la economía estadounidense. Desde Mirabaud no compartimos estas dos últimas premisas.

El descenso del precio del petróleo, principal responsable de la debilidad del sector industrial, es consecuencia del exceso de oferta, no de una debilidad de la demanda o de una fuerte divergencia entre los sectores secundario y terciario. La pujanza del sector servicios y de la demanda interna posibilitará un crecimiento moderado de la economía estadounidense en 2016. El número de nuevos desempleados (inferior a los niveles del año anterior), las cifras de ventas minoristas y el aumento de la renta confirman este escenario. En cuanto a China, su crecimiento prosigue con su reorientación hacia el sector servicios y aportará más de 100 puntos básicos al crecimiento mundial.

Por lo que respecta a España, qué duda cabe de que la indefinición política que aqueja al país no ayuda pero, desde Mirabaud seguimos pensando que es un buen momento para apostar por los valores españoles. Algunos son especialmente interesantes y con muy buenas perspectivas de cara a 2016, como por ejemplo Indra, Bankinter o Acerinox, tres de los valores preferidos por nuestro equipo experto en gestión de renta variable española. Definitivamente, pese a la coyuntura actual, o más bien precisamente por ella, creemos que es muy buen momento para comprar renta variable española. Y esto se hace también extensible a la renta variable europea. Mientras mantenemos una ponderación neutral en renta variable mundial e infraponderamos la renta variable estadounidense y emergente, sobreponderamos renta variable europea y japonesa, ya que prevemos una política monetaria cada vez más expansiva en estas dos zonas monetarias.

Varias son las razones que explican nuestra visión positiva sobre las bolsas europeas. Primera, la recuperación económica de la zona euro que, aunque sigue siendo modesta, se está consolidando. Las últimas encuestas a empresas revelan una expansión más fuerte, sobre todo, del sector servicios. El clima empresarial y la confianza de los hogares mantienen un buen tono y el crecimiento europeo también se beneficiará de la caída del precio del petróleo, la depreciación del euro y la mejoría del crédito. Este último factor presta un apoyo indispensable para la economía, ya que los bancos europeos están concediendo más créditos a las empresas y los hogares, y a tipos de interés más ventajosos.

También conviene destacar que las valoraciones de las acciones europeas no se mueven en niveles excesivamente elevados y, en términos relativos, no están caras. Igual de importante es la continuación de la política monetaria ultraexpansiva del BCE. En nuestra opinión, anunciará nuevas medidas al término de su próxima reunión en marzo de 2016 y, concretamente, podría anunciar un nuevo recorte del tipo de depósito para los bancos, así como una futura ampliación de su programa de compras de activos. A la vista de la baja inflación y al descenso de las expectativas de inflación futura, el BCE podrá poner en marcha una política monetaria más agresiva.

En renta fija, preferimos la deuda pública y corporativa europea de alta calidad crediticia. En Estados Unidos mantenemos nuestra posición en la deuda pública a diez años para beneficiarnos del efecto de la diversificación. Tengamos también en cuenta que la subida gradual de tipos iniciada por la Reserva Federal estadounidense tira al alza del dólar por lo que conviene evitar la deuda emergente en moneda nacional y ser selectivos con la deuda emergente en dólares, sobre todo la de los países dependientes del precio de las materias primas.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky