
China ha vuelto a poner en jaque a los mercados de todo el mundo y Wall Street no ha sido una excepción. Si la renta variable de Estados Unidos despidió 2015 en rojo, el arranque de 2016 ha dejado un sabor más que amargo entre los operadores, marcando el peor comienzo de año de los últimos 84 años.
Llegando a perder hasta 450 puntos, el Dow Jones abandonaba la cota psicológica de los 17.000 puntos mientras el salto al vacío, que borraba cerca de un 2,5 por ciento del indicador, se postulaba como el peor comienzo del año desde 1932.
El dato manufacturero de China volvía a causar estragos tras encadenar una nueva contracción por décimo mes consecutivo aunque los expertos señalaron que los datos del sector servicios mejoraron notablemente.
Esto podría indicar que los estímulos de Pekín podrían estar surtiendo efecto. Dicho esto, para los estrategas de Bank of America Merrill Lynch, uno de los principales problemas llega de la continua devaluación del yuan, que ha perdido más del 5 por ciento de su valor frente al dólar desde el pasado julio. Es por ello que no pueden disiparse todavía las presiones deflacionistas que juega la segunda mayor economía del mundo sobre el resto del planeta.
En Corea del Sur, uno de los países más expuestos a la demanda asiática, las exportaciones cayeron un 13,8 por ciento interanual en diciembre. Una señal más que indica que con el comercio mundial en fase de contracción, la actividad manufacturera se contrae en buena parte del planeta, pero particularmente en EEUU, donde la apreciación del dólar sigue pasando factura.
La primera sesión del año ha venido acompañada con una lectura del ISM manufacturero en EEUU por debajo de lo previsto en diciembre. De hecho, el país encadenaba su segundo mes consecutivo en terreno negativo con una lectura de 48,2 puntos desde los 48,6 puntos registrados en noviembre.
No debemos olvidar que la decepcionante lectura de pedidos de bienes duraderos de más reciente, también un indicador importante para medir la evolución de la actividad manufacturera a este lado del Atlántico, hace pensar que la mayor economía del mundo creció por debajo de su potencial en el cuarto trimestre del año pasado. Desde BofAML se estima un avance del 1,2 por ciento mientras el indicador de la Fed de Atlanta, GDP Now estima que el PIB creció un 0,7 por ciento entre los meses de octubre y diciembre.