
Era un secreto a voces, que ahora parece más próximo. Si se cumplen las expectativas que maneja el consenso de mercado, todo apunta a que Abengoa, que ha tenido que sacrificar su dividendo de este año para sacar adelante una ampliación de capital por valor de 650 millones de euros sobre las que se concretarán detalles a mediados de noviembre, tampoco realizará ningún pago durante los próximos dos años. Según Bloomberg, no habrá ni rastro de retribución ni en 2016, ni en 2017; sino que retrasan su recuperación hasta 2018.
Abengoa ya dejó claras las condiciones para que éste vuelva: alcanzar un rating de BB- por S&P o Ba3 por Moody's -ahora está a uno y dos peldaños por debajo, respectivamente- o reducir su ratio de apalancamiento hasta las 3,5 veces. Su objetivo en estos momentos pasa por reducir su deuda. Para ello ha emprendido un plan de desinversiones por valor de 1.200 millones de euros que, en opinión del equipo de análisis de Sabadell, será suficiente para reducir la proporción entre su deuda y ebitda de las 4,5 veces actuales, hasta las 3,5 veces, aunque es "todavía elevado para una compañía de ingeniería y servicios", matizan.
El consenso de mercado recogido por FactSet, por el contrario, sitúa esta ratio en las 5,5 veces el año que viene y su beneficio neto, en los 229 millones de euros. Si Abengoa quisiera repartir en efectivo el mismo importe que pagó en abril (0,113 euros por acción), implicaría sacrificar más de un 40 % de sus ganancias. Y en 2017, un 57 % ya que se espera que su beneficio caiga hasta los 166 millones de euros. Todo ello, sin tener en cuenta que, una vez concluida la ampliación de capital, el número de acciones en circulación será aún mayor que el actual, por lo que la retribución se comería prácticamente todas las ganancias.
La opa de Abertis, a tiro
Pero a corto plazo, la vista del inversor debe estar fijada en la opa con la que Abertis pretende premiar a sus accionistas. La compañía comprará acciones por un 6,5 % de su capital a un precio de 15,7 euros por acción, lo que implica una prima del 9 % respecto al precio al que cerraron el viernes que resulta mucho más atractiva que el propio dividendo de la compañía. Pero cazar ambos es imposible.
Los inversores que opten por la primera opción -comprar ahora acciones para vender después los títulos a Abertis- no podrán recibir la retribución que ésta suele efectuar en noviembre y para la que aún no hay fecha confirmada. El pago está previsto para el 6 de noviembre y no lo entregará hasta que finalice la opa y se haga público el resultado, incluso si conlleva un retraso. En cualquier caso, el pago solo se recibirá si no se acude a la operación. En cambio, el dividendo de Abertis ofrece un rendimiento del 2,28 % a los precios actuales.
En cuanto a los plazos, los accionistas podrán aceptar la compra 15 días naturales después de que Abertis publique el anuncio de la oferta, que podría llegar este mismo lunes.