
El miedo a una nueva recesión económica mundial se hace patente en la que es la primera encuesta realizada por Bank of America Merrill Lynch (BofAML) entre los mayores gestores de fondos de inversión tras los mínimos marcados por las bolsas el pasado 24 de agosto después del crash chino.
Con China y la crisis de los países emergentes, como Brasil, siendo el principal "foco de tensión" internacional, los gestores han llevado los niveles de liquidez hasta máximos no vistos desde que se desatara la crisis de Lehman Brothers, en 2008, con un porcentaje del 5,5% de sus carteras. Más allá del aumento del cash, el guión seguido por los gestores pasa por abandonar posiciones en bolsa y en el mercado de materias primas -desplomado a raíz de la ralentización de la economía china- y pasar a comprar bonos, con una rentabilidad más segura y superior a muchos índices bursátiles, que se colocan en su nivel más elevado desde mayo del año 2013.
De vuelta a EEUU y Europa
La exposición a bolsa de los mayores gestores del mundo cayó en septiembre a su nivel mínimo de los últimos tres años después de protagonizar la mayor salida de dinero en un mes desde 2011. Según destaca BofAML, la renta variable emergente sigue siendo la más perjudicada por el miedo que se ha instalado en los mercados, y registra un nuevo máximo de recomendaciones de venta de todos los tiempos, en una tendencia iniciada a comienzos de 2013, coincidiendo con la salida de la recesión en los países desarrollados. Los gestores coinciden en que es momento de salir de la bolsa japonesa, en mínimos de exposición de año y medio y cuya economía es la más afectada por la crisis china, y de la renta variable británica, de donde se repliegan hasta su nivel más bajo de los últimos cuatro años. Entretanto, prácticamente la mitad de los gestores siguen posicionados favorables a las bolsas de la zona euro -donde tan sólo el Ibex 35 y el Footsie londinense registran pérdidas en el año del 4,7 y 6,3%, respectivamente- y mejora de manera tímida la percepción de la estadounidense, a pesar de que dos de sus tres principales índices se mantienen en negativo en el año -el selectivo Dow Jones pierde en el año un 7,3% y el S&P 500, otro 4,4%-.
En términos sectoriales, tanto la energía como las compañías eléctricas siguen siendo apartadas de las carteras en una tendencia continuada desde mediados del año pasado, cuando arrancó una caída para el Brent europeo del 60% desde el pico marcado en 114 dólares por barril a los actuales 47 dólares. La exposición de los gestores al sector energético registra una vez más mínimos históricos. En la parte de las compras, aumentan su peso en compañías tecnológicas (el Nasdaq se anota un 2,1% en el año frente a las pérdidas de su mercado), sobre el consumo que aglutina ocio, hoteles o restaurantes, y sobre el sector financiero. En línea con el comportamiento de los gestores, Ecotrader, el portal de estrategias de inversión elaborado por elEconomista, ha reducido su exposición a su mínimo histórico, del 19%, dentro de un escenario de correcciones que lleva a las bolsas a tantear sus soportes, que, en el caso del Ibex, se sitúa en 9.370 puntos.
No sorprende, por lo tanto, que tan sólo uno de cada cuatro gestores estime una subida del precio del dinero por parte de la Reserva Federal en su reunión de esta semana (frente al 48% del mes de agosto). El último dato que viene a incidir en la línea de que quizás sea prematuro subir los tipos fue el Índice Empire State de septiembre que vaticinó un crecimiento "nulo" de la economía estadounidense de cara al tercer trimestre del año, frente al 2,5% anterior de abril a junio.