
Las principales bolsas chinas sufrieron este martes fuertes caídas después de que el yuan volviera a debilitarse frente al dólar y ante la incertidumbre de que Pekín retire alguno de los estímulos aplicados durante el verano para frenar la corrección de los mercados, que cerraron hoy con caídas superiores al 6% en su peor sesión desde el pasado 27 de julio.
Tras el cierre el Banco Popular (central) de China inyectó hoy 120.000 millones de yuanes (casi 19.000 millones de dólares, 17.000 millones de euros) en el sistema financiero del país para aumentar su liquidez, según informó la agencia oficial Xinhua.
Esta operación se efectuó a través de acuerdos de recompra inversa (también llamados "repos", por los que se venden valores condicionados a un compromiso para recomprarlos posteriormente), con un vencimiento a los siete días y un interés de un 2,5%. Se trata de la mayor inyección de liquidez realizada por el banco central chino en un solo día mediante operaciones de mercado desde enero de 2014.
Los "repos" del ente emisor llegan para sustituir a acuerdos por valor de 50.000 millones de yuanes que vencían hoy y a otros por valor de 40.000 millones de yuanes que lo harán este jueves.
Durante la crisis que sacudió a los parqués del gigante asiático entre mediados de junio y mediados de julio, el regulador introdujo en el sistema bancario del país un total de 455.000 millones de yuanes (71.000 millones de euros, 64.300 millones de euros) para asegurar que hubiera liquidez disponible.
Shanghái cae un 6,15%
En concreto, la bolsa de Shanghái ha concluido la jornada con un descenso del 6,15%, hasta los 3.748,16 puntos, mientras que la Bolsa de Shenzen bajó un 6,56%, hasta 12.683,86 puntos. De este modo, el índice CSI300, que agrupa las mayores compañías cotizadas en Shanghai y Shenzen, cerraba la sesión con pérdidas del 6,2%, hasta los 3.825,41 puntos.
La Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China expresó el pasado viernes su intención de permitir al mercado jugar un papel más destacado en la fijación de precios, lo que podría traducirse en una menor intervención del Estado para defender la cotización de sus bolsas.