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China aprovecha la caída del petróleo para llenar su despensa energética

  • El país compra seis de cada diez barriles de crudo que consume
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Aprovechando el abaratamiento del crudo en los últimos meses, China se ha lanzado a los mercados exteriores para comprar petróleo y llenar su despensa energética a bajo coste y destinarla a reservas estratégicas o a fines comerciales.

Mientras el comercio exterior de una segunda economía mundial cada vez más ralentizada cae, sus importaciones de crudo no dejan de subir y a un coste inferior.

"China se está aprovechando del petróleo barato, indudablemente. En petróleo, es un país dependiente de las importaciones, por eso es feliz cuando los precios están bajos", afirma a Efe la directora de Estrategia e Investigación en China de la consultora ICIS, Li Li.

El descenso de los precios del crudo ha supuesto un alivio para un país que compra en el extranjero seis de cada diez barriles de petróleo que consume, puesto que entre octubre y abril incrementó un 26% sus importaciones de esta materia y redujo su factura un 65%, según datos de la Administración General de Aduanas.

Compras de 7,4 millones de barriles diarios

Las compras chinas de crudo en el exterior alcanzaron una media de 7,4 millones de barriles diarios el mes pasado, tras un crecimiento interanual del 8,6% (frente a una caída del 16,1% del conjunto de las importaciones), hasta convertir al país en el mayor comprador de petróleo del mundo, por delante de EEUU.

Ya a finales de 2013, la Agencia Internacional de la Energía consideró que EEUU había cedido la primacía mundial como importador de petróleo a China, aunque desde entonces la situación ha cambiado.

La segunda economía mundial, inmersa en una ralentización que la llevó a crecer el año pasado a su menor ritmo en casi un cuarto de siglo y que sigue acentuándose este ejercicio, ya no compra petróleo sólo para consumirlo, sino también para almacenarlo.

"China está importando mucho más que antes, porque el petróleo está barato y también para que el que no se puede utilizar vaya a las reservas estratégicas", dice Wang Tao, experto en Energía y Clima del centro de estudios Carnegie-Tsinghua.

A las autoridades chinas se les ha presentado, gracias al abaratamiento del crudo, una ocasión para acelerar la construcción de su reserva estratégica de petróleo, un proyecto que data de 2004 y que busca proteger al país de las fluctuaciones de precio o de posibles alteraciones del suministro.

Consumo para nueve días

El Gobierno chino divulgó en noviembre por primera vez sus reservas estratégicas de petróleo, que ascendían entonces a 91 millones de barriles y cubrían el consumo nacional de nueve días, lejos de los 727 millones de barriles de la reserva estadounidense.

Sin embargo, Chen Wei Dong, responsable de la sección de energía en el departamento de investigación de la petrolera estatal china CNOOC, tercera mayor empresa china del sector, advierte a Efe de las contrapartidas de un excesivo aumento de las reservas.

"No creo que sea una buena idea almacenar tanto como podamos por los bajos precios. En primer lugar, porque la capacidad de las instalaciones chinas no es tan grande; en segundo, estos depósitos también tienen costes, y, en tercer lugar, nadie tiene una gran predicción del precio del petróleo en el futuro", señala Chen.

Wang recuerda que los líderes chinos, temerosos de la dependencia energética del exterior, también potencian la producción doméstica.

"China tiene una producción doméstica muy grande y, en todo caso, se ha de tener en cuenta que el surtido energético chino está fuertemente basado en el carbón", corrobora el analista de CNOOC.

Con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de China de 2013 (los últimos disponibles), el carbón cubre el 66 % del conjunto de la demanda energética del país, por delante del petróleo (18,4 %) y el gas natural (5,8 %).

"El problema es que China está importando mucho petróleo para esa reserva estratégica y no tiene suficiente espacio, así que, aunque ahora los precios sean bajos, probablemente las reservas construidas ya están llenas. Querríamos importar más, pero no hay suficiente espacio para almacenarlo", explica el experto de Carnegie-Tsinghua.

"Otro de los problemas es la falta de incentivos para las empresas, lo que hace que la construcción (de nuevas instalaciones de almacenaje) sea muy lenta. El Gobierno necesita estimularlo más", añade la analista Li.

Por eso, Li sugiere que "la mayor parte del incremento de las importaciones se ha destinado a depósitos comerciales, sobre todo de las petroleras estatales".

Según esta lógica, el gigante asiático ha estado hasta ahora aprovechándose de las oportunidades que ofrecía el mercado con la esperanza de que las medidas de estímulo del Gobierno surtan efecto y el país disponga de unos depósitos energéticos llenos para volver a poner en marcha los motores de la economía.

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