Los dos años de vida del Abenomics han sido tan intensos como agresivo ha sido el Banco de Japón en sus estímulos monetarios. El programa económico del presidente Shinzo Abe ha probado la recesión, la reflación (fase de caída de la economía con inflación provocada por las políticas de los organismos públicos) y ahora la fase de recuperación.
El dato del PIB del primer trimestre publicado el miércoles fue mejor de lo esperado, tanto por el ritmo de crecimiento, como por los factores que impulsaron esta mejoría. El avance de la economía alcanzó el 0,6% trimestral, frente al 0,4% estimado por el consenso de mercado recogido por Bloomberg. Este buen ritmo del PIB vino impulsado por la demanda privada, que avanzó un 1,1% respecto al último trimestre de 2014. Las cifras de demanda aumentaron tanto en el sector del consumo, como en el de inversión, lo que refleja la mejora de la confianza y el mayor dinamismo de la economía de los hogares y las empresas.
Trampa para 'osos'
Con estas cifras económicas sobre la mesa, Japón intenta poner el rumbo de su economía hacia la recuperación. Este crecimiento del PIB podría forzar al Banco de Japón (BoJ) a revisar sus estímulos monetarios, si bien nada parece dispuesto a reducirlos, sí que podría abandonar la idea de elevar la compra de activos. Hasta hace unas semanas, los expertos esperaban un nuevo acelerón del BoJ a los estímulos, pero los datos del miércoles reducen esta esperanza. El mercado de divisas así lo reflejó, alejando la posibilidad al aupar al yen hasta 134,5 yenes por euro.
En este contexto, mantener una posición corta en el yen ofrece más riesgos que beneficios. De hecho, sólo el dólar y la libra se presentan como la dos divisas con verdadera fortaleza, ya que la recuperación de sus economías apunta a un endurecimiento de su política monetaria en los próximos trimestres.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, decidió el miércoles cerrar la estrategia bajista con el yen y alcista con el euro, después de que en poco más de un mes dejara una rentabilidad superior al 6%.
El dato 'definitivo'
Si hay un dato que marcará la estrategia del Banco de Japón y, por tanto, que tendrá un impacto clave en el mercado del país, será el del IPC de abril que se publica el viernes 29. El dato es importante porque supondrá la primera vez en el último año que se pasa el efecto de la subida del impuesto al consumo que realizó el Gobierno nipón en abril de 2014. Sirva como ejemplo del impacto del impuesto que ese mes, los precios escalaron un 3,4% interanual, frente al 1,6% de avance anterior. Ahora que ya se pasa este efecto interanual, se podrá observar si el Banco de Japón está cumpliendo su objetivo de sacar al país de la deflación, o si serán necesarios más estímulos monetarios.
Luces y sombras del buen dato del PIB de Japón
Los datos del PIB publicados el miércoles por Japón son buenos, pero hay algunos datos que generan dudas. El primero es el avance de la inversión en inventarios, que aportó 0,5 puntos al crecimiento (que fue del 0,6%). Un aumento similar del stock de las empresas fue el que llevó al país a la recesión en 2014, ya que redujeron la inversión en el segundo trimestre. La inversión privada también aumenta, pero lo hace especialmente por la vía de la construcción (un 1,8%). Por su parte, la balanza comercial volvió a ser deficitaria y dejó una aportación negativa al PIB de 0,2 puntos.