
El grupo ACS ha colocado una emisión de bonos en el Euromercado a cinco años por un importe de 500 millones de euros a un cupón anual del 2,875%, una operación que la compañía lanzó en julio de 2014, pero tuvo que suspenderse el mismo día debido a la volatilidad de los mercados financieros.
La demanda de la emisión ha ascendido a 1.337 millones de euros. Está previsto que el desembolso se lleve a cabo el próximo 1 de abril y que los bonos sean admitidos a cotización en la Bolsa de Irlanda, según ha detallado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía, que busca diversificar sus fuentes de financiación, está centrada en reducir su apalancamiento. A cierre de 2014, la deuda financiera neta se situó en 3.722 millones, un 2,3% menor que un año antes gracias a las desinversiones realizadas en el último año, que alcanzaron los 2.623 millones.
Caixabank, Crédit Agricole, Mediobanca, Natixis, Banco Sabadell y Société Générale han sido los bancos colocadores, según datos del mercado.
ACS inició a finales de la semana pasada una gira europea para retomar la emisión de bonos de 500 millones de euros que el grupo que preside Florentino Pérez decidió suspender en 2014 debido al impacto de la situación del banco portugués Espírito Santo en los mercados financieros.
En aquella ocasión los bancos contratados eran Santander, Societe Generale, Caixabank, Deutsche Bank, HSBC, Mediabanca y Natixis y se esperaba que la emisión devengase un cupón anual del 3,5%.
El 2 de julio de 2014, ACS registró en la Bolsa de Dublín un programa para emitir deuda por un máximo de 1.500 millones de euros, aunque la compañía ya avanzó su intención de llevar a cabo una primera emisión por importe de 500 millones.
A pesar de las variaciones del tipo de cambio y gracias a la actividad internacional, ACS elevó un 2,2% su beneficio en 2014 hasta los 717 millones. Todo ello en un ejercicio en el que el (ebitda) fue de 2.466 millones, el 12,9%, y las ventas de 34.881 millones, un 0,8% menos.
Para este año, ACS prevé culminar el plan de transformación iniciado en su filial alemana Hochtief y en la australiana Leighton, un proceso que permitirá a la compañía mejorar la rentabilidad y afrontar un 2015 en el que se esperan crecimientos del beneficio, ebitda y de la facturación de entre el 5 y el 10%.
Gracias a la operación de venta del 75,4% de Saeta Yield y el acuerdo con el fondo GIP, ACS espera lograr este año cerca de 500 millones de euros de caja.