
El servicio de análisis de la entidad holandesa se desmarca de la mayor parte de previsiones con respecto a la evolución del cruce euro-dólar. ING considera que la caída del euro con respecto al billete verde se mantendrá y llevará a la paridad de ambas monedas en un plazo de dos años.
Después de ver que la divisa comunitaria ha llegado a perder el nivel de los 1,18 dólares, ING considera que continuará su caída hasta llegar a cambiarse a 1 dólar. La media de estimaciones de más de treinta analistas consultados por Bloomberg es de 1,16 dólares para finales de 2016, aunque el banco holandés no está 'solo' en su predicción.
Goldman Sachs anticipó en septiembre que no veía imposible que el euro y el dólar alcanzasen la paridad, y aunque la situaba en 2017, en un informe conocido hoy mismo ha adelantado esa eventualidad hasta finales de 2016, coincidiendo con las previsiones de ING. Goldman justifica esto por el "mayor activismo" del BCE.
Según explica la entidad holandesa, las medidas del Banco Central Europeo (BCE) para reactivar la débil economía de la zona euro y evitar la deflación tendrán consecuencias negativas para el euro. Pocos inversores querrán la moneda cuando las autoridades bancarias aumenten la oferta monetaria, en especial en momentos en que la Reserva Federal estadounidense hace más atractivos los activos denominados en dólares al estar a punto de elevar los tipos de interés.
Entre la Fed y el BCE
"Somos una de las firmas más bajistas respecto de la relación euro-dólar", apunta Petr Krpata, estratega de divisas de ING en Londres. "Parece que la Fed pronto va a empezar a subir las tasas, posiblemente incluso en el segundo trimestre, y esto favorecerá aún más la divergencia de políticas", añadió.
ING ya pronosticó a comienzos de 2014 que el euro caería el 13%, hasta los 1,20 dólares, a cierre de diciembre, un nivel en el que efectivamente se situó en el último mes de 2014.
Krpata, que colabora en la recopilación de previsiones de ING de Amsterdam junto con el responsable de estrategia monetaria Chris Turner, cree que el BCE anunciará su plan de compra de bonos soberanos en su primera reunión del año, que se celebra el próximo 22 de enero, y que facilitará los detalles del mismo en la reunión del 5 de marzo.