
El euro profundiza en su vorágine bajista y se mueve en su nivel más bajo desde el año 200 en la zona actual de 1,181 dólares. La caída del IPC de la Eurozona a tasas negativas y los buenos datos de creación de empleo publicados en EEUU han dado la puntilla a los mínimos de la divisa común de 9 años que todavía quedaban en pie.
El descenso del IPC a tasas negativas en diciembre, dato conocido hoy, introduce más presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para adoptar más estímulos monetarios que reactiven los precios. La caída del precio del petróleo ha acabado por llevar al índice de precios a niveles negativos por primera vez desde noviembre de 2002 con un descenso del 0,2% interanual.
Los líderes del BCE se han reunido hoy en Fráncfort dentro del nuevo calendario de reuniones 'no monetarias' (en las que no toman decisiones) y uno de los puntos de discusión habrá sido cómo cumplir con su mandato de inflación. Con el IPC en negativo, Draghi se queda sin argumentos para explicar que las previsiones de inflación siguen "firmemente ancladas" en el 2%.
En el último medio año el euro se ha depreciado casi un 15% contra el billete verde, una situación que lleva al euro a cotizar en el entorno de los 1,181 dólares. De cerrar la jornada en este nivel, sería su cierre más bajo desde diciembre de 2005.
El euro es la segunda divisa más débil en el inicio del año de entre las más grandes del mundo, solo superado por la libra y la corona noruega. La divisa común acumula cuatro sesiones consecutivas en negativo en las que se ha depreciado un 2,5%, su peor racha desde octubre.
Pierde su último gran soporte
La ruptura de los mínimos de 2010 y de 2006 significa perder el último gran soporte del euro de largo plazo. "Se plantea un escenario potencialmente bajista para el euro en los próximos meses, que tendría objetivos en 0,9 dólares por euro", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
No sólo por técnico aparece este temor, Goldman Sachs ya advirtió hace unos meses que cree que el euro puede caer hasta la paridad a finales de 2017, de momento, va por ese camino. El resto de grandes casas de análisis siguen revisando a la baja el cruce, y no sólo por sus problemas puntuales de Grecia, también por sus fundamentales. Barclays y Citigroup estiman que el euro cerrará el año en 1,07 dólares.
