El mercado ha mandado un mensaje claro a Berlín en el inicio de la semana: no habrá ruptura del euro sin un terremoto en el sector financiero. El Bundestag puede escuchar o hacer caso omiso, pero la depreciación del euro de las últimas dos jornadas recuerda más a julio de 2012 que a diciembre de 2014.
Antes de la frase más famosa del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi: "Haré lo que sea necesario para salvar al euro", la divisa común estaba en caída libre ante el temor a una fragmentación de la divisa. Este escenario vuelve a repetirse en 2015, año para el que las grandes instituciones europeas esperaban que se confirmase la salida de la crisis.
El euro cayó ayer un 0,3 por ciento contra el dólar y desde el inicio del año casi se ha depreciado un 2 por ciento, hasta cotizar en la zona de 1,19 (ayer tocó los 1,188 dólares). Las caídas llevan a la divisa europea a situase a poco más de un 2 por ciento del nivel en el que arrancó frente al dólar. Fue el 1 de enero de 1999, sustituía al antiguo ecu en el Forex y su cambio oficial en el momento del debut fueron los 1,166 dólares; han pasado ya 16 años y el euro vuelve a su punto de partida. El primero de enero de 2002, la divisa empezaría a funcionar en la calle, con la emisión de los primeros billetes y monedas, tres años después de ser lanzada a los mercados.
Las caídas de las últimas sesiones han llevado al euro a un punto trascendental, que podría marcar un antes y un después en la cotización de la divisa común en el medio plazo. El lunes, en la apertura de los mercados en Japón, la moneda cayó en picado hasta los 1,1864 dólares, nivel desde el que rebotó. Esta zona tiene una gran importancia técnica, ya que supone coincidir con sus mínimos intradía del año 2010, marcados el 7 de junio en 1,1877 dólares.
En este entorno resiste el último gran soporte del euro antes de abrir las puertas hacia la paridad contra el billete verde, o incluso más lejos. En el caso de que el mercado confirme una ruptura de estos mínimos, plantearía "un escenario potencialmente bajista para el cruce en próximos meses, que tendría objetivos en 0,90 dólares por euro", advierte Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
No sólo por técnico aparece este temor, Goldman Sachs ya advirtió hace unos meses que cree que el euro puede caer hasta la paridad a finales de 2017, de momento, va por ese camino. El resto de grandes casas de análisis siguen revisando a la baja el cruce, y no sólo por sus problemas puntuales de Grecia, también por sus fundamentales
Reunión de Grecia con el BCE
Mario Draghi salvó al euro en 2012 y tiene la responsabilidad sobre sus hombros una vez más. El BCE realiza hoy la primera reunión de su nuevo calendario, en la que no adoptará ninguna medida, una reunión informal de política monetaria en la que lo más importante será el encuentro posterior entre Draghi y el gobernador del Banco de Grecia, Yannis Sturnaras, según publicó ayer la prensa de Atenas.
Los dos discutirán sobre la posible necesidad de liquidez que pudieran tener los bancos griegos antes o después de las elecciones adelantadas que se celebrarán en el país el próximo 25 de enero. El temor de los inversores a una victoria del partido de izquierda Syriza podría cerrar las puertas del mercado a las entidades del país y también podrían sufrir una oleada de retirada de depósitos.
El BCE quiere estar preparado, por lo que hoy no sólo se discutirá sobre un posible QE a la europea con compra de bonos soberanos.