
"A corto plazo, sería como Lehman Brothers al cuadrado". Así de claro se mostraba este fin de semana el economista estadounidense Barry Eichengreen, profesor de Berkeley, en la reunión anual de la American Economic Association. Bruselas dice que la pertenencia de Grecia a la Eurozona "es irrevocable".
En general, la mayoría de los expertos estadounidenses reunidos coincidía en su pesimismo sobre la Eurozona. En un debate sobre la moneda única, Eichengreen defendió que si Grecia dejara la Eurozona provocaría unas turbulencias en los mercados financieros todavía peores de las que desató Lehman Brothers en 2008.
Según este economista, una salida del euro provocaría el caos en Grecia, con pánicos bancarios y hundimiento de la bolsa, lo que acabaría inevitablemente con el establecimiento de controles de capital.
Además, pese a que gobiernos como el de España afirman que no hay riesgo sistémico, Eichengreen asegura que el contagio hacia otros países llegaría, ya que los inversores simplemente comenzarían a preguntarse por el siguiente país en tomar el camino de Grecia.
Por ello, pese al cruce de declaraciones, cree que los políticos europeos "volverán a tragar una vez más" y llegarán a los acuerdos necesarios para para mantener a Grecia en la unión monetaria.
"Aunque mantener la Eurozona unida será caro, difícil y doloroso para los políticos, romperla sería todavía más costoso y más difícil", aseguró el economista, tal y como recoge MarketWatch.
El euro, un "desastre histórico"
En el debate, Eichengreen compartió discusión con otros ilustres economistas estadounidenses. Kenneth Rogoff, ex economista jefe del FMI y profesor en Harvard, aseguró que el euro es "un desastre histórico", pero que eso no significa que sea fácil romperlo.
En esta línea, Martin Feldstein, también profersor en Harvard, ex asesor de Ronald Reagan y un habitual crítico del proyecto europeo, recordó que todos los intentos de que el crecimiento vuelva a la Eurozona han fallado. "Creo que quizá no haya un final para la crisis del euro".
Feldstein añadió que no cree que vayan a funcionar las medidas que prepara el BCE para revivir la Eurozona, y recomendaba que la mejor manera para que sobreviva el euro es que cada país intente realizar un estímulo fiscal con sus políticas impositivas, incluyendo una rebaja del IVA para intentar reactivar el consumo.