
El nerviosismo de los inversores se hizó este miércoles evidente en la elevada volatilidad del mercado. El Vix, que es el índice que mide la volatilidad del S&P 500 -también conocido como el índice del miedo- escaló un 21%, hasta los 27,6 puntos, un nivel que no alcanzaba desde julio de 2011. Y con ello, vivió la mayor subida diaria desde el pasado mes de enero (4,8 puntos). Desplome a nivel mundial.
Su homólogo alemán, el Vdax, se disparó un 18% en la sesión, hasta los 23,5 puntos. Registrando, así, la mayor escalada en una sola sesión desde el mes de marzo (3,7 puntos). No en vano, hay que remontarse hasta julio de 2012 para ver un nivel similar. Entonces, el futuro del euro estaba en entredicho. Precisamente a finales del mes de julio de ese año, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se comprometió a "hacer todo lo necesario para salvar el euro". Y ahora, el fantasma de una triple W sobrevuela sobre el mercado -ver páginas 6 y 7-.
En consonancia con ello, los seguros frente a un riesgo de impago (más conocidos como CDS, por sus siglas en inglés), subieron con contundencia en Europa. Donde más, en los países de la periferia: Portugal, Grecia, Italia y España, por este orden, estuvieron a la cabeza con repuntes de entre el 37 y el 20%. Lo que quiere decir que en tan sólo una sesión asegurar un millón de deuda en cada uno de estos países costaba entre 4.000 y 2.000 euros más que la jornada anterior.
En España, los inversores demandaban 102.890 dólares por asegurar cada millón en deuda nacional. Pero Grecia fue el segundo de Europa, por detrás de Ucrania, donde se pagó más caro el seguro frente al riesgo de impago, 207.840 dólares.
Sube el riesgo país
Otra de las variables que reflejó la histeria vivida en el mercado fueron las primas de riesgo periféricas, que miden la diferencia entre la rentabilidad de su bono a 10 años con la del bund alemán. La española escaló 15 puntos básicos, hasta los 136 puntos (por la bajada del bono alemán, ver información superior); la italiana, 20 puntos, hasta los 166 puntos básicos; la portuguesa, 30 puntos, hasta los los 253 puntos básicos; y la griega 93 puntos, hasta los 710 puntos básicos.