Bolsa, mercados y cotizaciones

Telefónica, el valor más rentable entre los grandes desde que nació el Ibex

La operadora multiplica por 10 cada euro invertido desde 1992 gracias a la subida en bolsa y los dividendos cobrados. El 'ranking' lo continúan BBVA, Iberdrola, Santander y Repsol

Qué mejor manera de medir el paso del tiempo que con un reloj de arena. Aunque muchos recordarán los utilizados en los juegos de mesa, en los que la arena tardaba sólo unos minutos en caer, los hay que llegan a contabilizar mucho más tiempo, como el construido en Budapest para recordar la entrada de Hungría en la UE. En este reloj transcurre un año desde el primero al último grano. Habría que girarlo 22 veces para medir el tiempo en el que Ibex 35 comenzó su andadura oficialmente. Pero qué mejor forma de seguir sus pasos que de la mano de las que hoy son las grandes compañías del índice y que en aquel momento formaron parte de sus inicios.

En estas más de dos décadas de vida, el indicador español se ha revalorizado en torno a un 290%, mientras que algunos de los gigantes del parqué ganan mucho más. Si a ello se suman las retribuciones pagadas a los accionistas para medir realmente lo rentable que ha sido una inversión desde aquella época -las cinco blue chip, sin Inditex, han abonado 322 en todo el periodo-, el resultado es que Telefónica es la única que renta más de un 1.000 por ciento, es decir, que la inversión se habría multiplicado por diez. Le siguen BBVA e Iberdrola, con rentabilidades entre el 800% y el 900%, y el Santander y Repsol, entre un 500% y un 650%.

Ganan las 'matildes' de Telefónica

Tres presidentes y diferentes formas de retribuir a los accionistas. En estos más de 20 años de historia del Ibex, tres mandatarios han estado al frente de Telefónica marcando su huella personal, también en los dividendos repartidos. En la etapa del ya fallecido Cándido Velázquez-Gaztelu, la operadora abonaba pagos en efectivo y fue en el 98 cuando, dos años después de llegar a la presidencia Juan Villalonga, se instauró la entrega de acciones. No era como el scrip dividend actual, sino que la compañía no daba la opción al accionista, directamente realizaba una ampliación de capital liberada para entregar una acción nueva por cada 50 antiguas. Hasta en nueve ocasiones se retribuyó con esta fórmula, porque el objetivo de Villalonga era la creación de valor a través del título. El actual presidente, César Alierta, continuó esta política hasta que en 2003, tres años después de su llegada, retomó los dividendos en metálico.

Los pagos estuvieron creciendo hasta que en 2012 la compañía tuvo que cancelar la remuneración. Hoy, con los pagos ya reestablecidos (aunque con uno de ellos bajo la política de scrip dividend), el resultado es que el accionista que tenía títulos de la teleco en aquella época ha recibido una rentabilidad total del 540%, la mayor entre estas grandes compañías españolas. A esto habría que añadir que, indirectamente, Telefónica ha retribuido con seis amortizaciones de acciones propias. Es decir, que ha eliminado títulos elevando de esta forma la participación del accionista en la compañía y en los beneficios.

En plena burbuja de las punto.com las acciones de la operadora española llegaron a cotizar por encima de los 26 euros, más del doble del precio actual. Pero lo cierto es que quienes conservan los títulos desde el año 92 ganan en torno a un 560%. Por ejemplo, una inversión de 100.000 pesetas -unos 600 euros- se traducen hoy en 6.611 euros (1,1 millones de pesetas) gracias a la subida en bolsa y a los dividendos y acciones recibidas, en total un 1.100 por ciento de rentabilidad.

BBVA y su última gran recuperación

El banco presidido por Francisco González es, después de Telefónica, el valor que más rentabilidad ha aportado a sus accionistas en este tiempo. Los títulos de BBVA se han revalorizado alrededor de un 440% desde enero de 1992, cuando aún faltaban unos ocho años para que se completase totalmente la fusión entre BBV -antes Bilbao y Vizcaya por separado- y Argentaria. Pero no hay que mirar un pasado tan lejano. Si hay una blue chip que se ha recuperado desde los mínimos marcados en la bolsa española en el peor momento de la crisis de deuda periférica es BBVA. Las acciones ya duplican el precio de aquel verano de 2012 en el que la mayoría de valores españoles tocaron su suelo durante la crisis.

Si a esta subida en bolsa se le suman los dividendos pagados por la entidad, la rentabilidad supera el 900 por ciento gracias a los 95 pagos abonados. Para los accionistas de BBVA, el cambio llegó en abril de 2011. La entidad siempre había pagado en efectivo hasta que en ese momento decidió unirse, al mismo tiempo que Banco Popular, a la práctica del scrip dividend que hasta entonces solo habían empleado Santander e Iberdrola. El capital que empezó a exigir Bruselas al sector financiero obligó al banco a capitalizarse con esta vía, con la que ha conseguido elevar el capital un 12%. BBVA ya ha transmitido públicamente su intención de retirar paulatinamente esta fórmula y, de hecho, es la entidad que en mejor situación se encuentra para ello en cuanto a los beneficios generados, que ya cubrirían los dividendos a pagar.

Iberdrola, un rendimiento 'luminoso'

Iberdrola también ha ofrecido un importante rendimiento total a sus accionistas más fieles, los que tienen sus títulos en cartera desde aquel lejano 1992. Dichos inversores han visto cómo las acciones del grupo experimentaban una revalorización en mercado superior al 400%: hoy, los títulos de Iberdrola cotizan en el entorno de los 5,2 euros. Pero, además, ese inversor disfruta de una rentabilidad por dividendo acumulada también por encima del 400%: por el precio que pagó, inferior a un euro por título, ha percibido una retribución total de 4,14 euros por acción a lo largo de estos más de 22 años. No debe olvidarse que, aunque ahora no sean líderes del ranking de la rentabilidad por dividendo, en el pasado las eléctricas fueron, junto con las concesionarias de autopistas, las reinas de la retribución al accionista en España.

La compañía, que fue alumbrada como tal en 1992 (año de la fusión entre Iberduero e Hidroeléctrica Española, operación de la que nació Iberdrola), fue la primera empresa industrial del Ibex en aplicar el scrip dividend: estrenó su dividendo flexible en junio de 2010, cuando esta forma de retribución era casi una desconocida en España. Desde entonces, el grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán ha realizado ocho ampliaciones de capital para poder retribuir con títulos a sus accionistas. La novena edición del scrip dividend de Iberdrola tendrá lugar el próximo mes de julio.

Para compensar la dilución que dichas ampliaciones de capital provocan en los accionistas que optan por recibir el dividendo en efectivo, la compañía ha puesto en marcha un programa de recompra de títulos: adquiere las acciones, las amortiza y así mitiga, en parte, el efecto que provocan esos aumentos de capital.

Los maravillosos 90' del Santander

Hoy es la empresa española con mayor número de accionistas, más de tres millones, y algunos de ellos recordarán esa década de los 90 decisiva para el Santander, pues en el 94 adquirió Banesto y cinco años más tarde se produjo la fusión con Central Hispano, consiguiendo que el pequeño de los siete grandes de la banca española se convirtiese en el líder del mercado español. En el momento en el que el Ibex 35 se estrenó, no se habían producido ninguno de estos acontecimientos y Santander cotizaba a 2,036 euros (ese sería el precio ajustado). Desde esa fecha, las acciones del banco han logrado un recorrido algo inferior al del índice, del 260%.

La entidad presidida por Emilio Botín se ha mantenido en los primeros puestos por retribución de la bolsa española en los últimos años, aunque para ello, para conservar el dividendo intacto durante la crisis, ha sido fundamental el scrip dividend. Fue pionero en esta política en el año 2009 y desde entonces ha pagado así 14 dividendos ampliando el capital un 34%. La entidad, que ofrece hoy una rentabilidad por dividendo del 8% (alterada por el efecto dilutivo que suponen las ampliaciones de capital para abonar los cuatro pagos en scrip) ha aportado un 376% desde 1992.

Repsol supera el 500%

Repsol sale algo menos favorecida en la foto que sus compañeras, pero aún así acumula una rentabilidad superior al 500%. El inversor que adquirió títulos de la petrolera en los albores del Ibex obtiene, atendiendo a la revalorización en mercado, un rendimiento inferior al 300 por ciento. Si nos fijamos en sus dividendos, la rentabilidad obtenida por el accionista que ha permanecido en la empresa durante estos 22 años supera el 200%: en todo este tiempo, ese inversor ha percibido 12,81 euros por cada uno de sus títulos.

Repsol acaba de cumplir 25 años como empresa cotizada, ya que su estreno bursátil, que inició el proceso de privatización de la antigua empresa pública, se produjo el 11 de mayo de 1989. Desde entonces, el grupo ha destinado más de 16.000 millones de euros a retribuir a sus accionistas. La petrolera realizó su primer pago el 4 de diciembre de 1989 y con el transcurso del tiempo ha pasado de realizar dos abonos cada año (uno a cuenta y uno complementario) a optar, cada vez con más frecuencia, por efectuar tres pagos.

La compañía también ha recurrido al diviendo flexible, una opción que más del 59% de sus accionistas han apoyado en julio de 2012, enero y julio de 2013 y enero de 2014. El scrip lo instrumenta a través de aumentos de capital con cargo a reservas voluntarias procedentes de beneficios no distribuidos.

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