
Vladimir Putin está tensando la cuerda con Ucrania. Por ello, el Banco Central de Rusia (BCR) ha elevado su principal tasa de interés del 5,5 al 7% para frenar el desplome del rublo, que marca mínimos frente al dólar y el euro ante el temor a una posible intervención militar. En directo | Crisis en Crimea: la tensión va en aumento.
En concreto, por cada dólar se están pagando 37 rublos y 51 por cada euro, un descenso que los analistas atribuyen a la crisis que se vive en la región ucraniana de Crimea. Por ello, y ante un previsible desplome, el Banco de Rusia ha decidido elevar de forma inesperada la tasa de interés de referencia de la moneda rusa en 150 puntos básicos.
Sin embargo, los analistas dudan de la eficacia de esta medida, que en opinión de Vladimir Miklashevsky, estratega del Danske Bank, podría aumentar el "pánico". Por su parte, desde Société Generale dudan de que sea suficiente para calmar las preocupaciones y hacer que cesen las ventas de rublos.
"La escalada de la crisis de Ucrania, con informaciones sobre la posible invasión de Crimea por parte de Rusia, representan un gran shock para el interés de activos con riesgo", asegura un analista del banco galo.
Las tensiones en Ucrania también se han reflejado en la Bolsa de Rusia, que se ha anotado hoy importantes caídas. El índice Mícex ha cerrado con un retroceso del 10,79%, su mayor bajada desde 2008.
A su vez, el selectivo RTS, denominado en dólares, registraba una caída del 12,01%, con fuertes descensos entre los representantes del sector bancario en el índice.
El mercado energético, pendiente
El conflicto que enfrenta a Ucrania con Rusia no sólo tiene tintes políticos, sino que hay importantes intereses económicos de fondo.
El Gobierno ucraniano estaba preparando un acuerdo con la petrolera estadounidense Exxon Mobil para explotar las grandes reservas de gas de la Península de Crimea. Concretamente, las previsiones del Ministerio de Energia ucraniano esperaban una producción de 10 bcm a partir del año 2017, es decir, una cantidad similar a un tercio del consumo de toda España en un año.
Las disputas entre Rusia y Ucrania siempre han tenido el gas como fondo por la ubicación estratégica de la exrepública soviética. En los últimos años se han producido dos crisis importantes: una en 2006 y otra en 2009, y ambas provocaron grandes cortes de suministro en toda Europa e incluso muertes por frío.
La dependencia europea del gas ruso es un asunto de constante preocupación porque once países de la zona tienen una importante dependencia del mismo. Alemania (40 por ciento), Italia (30 por ciento), Francia (15 por ciento) son algunos de los principales clientes de Gazprom, a los que se unen un buen grupo de países que únicamente reciben gas ruso (Bulgaria, Eslovaquia, Macedonia, Bosnia, Serbia) o con fuerte dependencia como Austria (74 por ciento).
La Comision Europea ha trabajado durante años en reforzar la creación de las interconexiones gasistas entre España (que no tiene contratos de compra de gas ruso) y África y ahora podrían aprovecharse esas instalaciones. sin embargo, el bajo nivel de conexión con Francia no será suficiente para evitar un importante incremento en los precios del gas en los próximos días.
Por ahora, el precio del gas ruso en la frontera ha permanecido estable e incluso a la baja durante enero. Un aumento del precio del gas en Europa repercutirá en España, pues será mas difícil recibir barcos de GNL a precio competitivo.
Las tensiones con Rusia también han sido constantes a lo largo del pasado año con Lituania. El Gobierno lituano espera una fuerte reducción de los precios del gas, ya que considera que Rusia le está cobrando mucho más que al resto de sus clientes por estar construyendo una terminal de regasificacion. Lituania reclama una rebaja de casi el 25%.