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¿Cambio de percepción? Los analistas destacan el resurgir del euro como refugio

Imagen: Archivo

Ya se empiezan a percibir las primeras señales de una recuperación en la Eurozona, a pesar de la debilidad y la disparidad de tal mejora. Y son muchos los analistas que piensan que la divisa común se está convirtiendo de nuevo en un refugio seguro. Análisis: El euro no es el culpable de la crisis económica de España.

No en vano, argumentan que el euro ha sido en los últimos años un barómetro de riesgo: cuando la situación se complicaba en el mercado, el euro caía. Pero en las últimas semanas, esa relación ha cambiado.

"Generalmente se espera que caiga en tiempos de estrés, pero ahora parece estar actuando como el dólar y el yen al aumentar ante una eventual situación de nervios", señala Kiran Kowshik, estratega de divisas de BNP Paribas, en declaraciones que recoge The Wall Street Journal.

El euro subió ayer lunes frente al dólar y la libra aún cuando la mayoría de los principales mercados bursátiles de Europa registraron caídas superiores al 1%.

El resurgir del euro como un refugio sería una buena noticia para Europa, que hace apenas dos años se enfrentó a una crisis tan profunda que la supervivencia de la moneda parecía amenazada.

Pero al mismo tiempo, plantea desafíos para los responsables políticos: si la situación en los mercados no es todo lo positiva que cabría esperar, con un euro fuerte las exportaciones de la región se vuelven más caras, amenazando la frágil recuperación. Más cuando se busca que las exportaciones lideren la salida de la crisis. Un euro más alto reduce la competitividad de los productos en otras regiones y al mismo tiempo reduce los beneficios de las empresas que exportan.

Según cálculos de HSBC durante más de cinco años el euro se ha relacionado positivamente con el riesgo: cuando los inversores buscaban las apuestas más arriesgadas, subía. Cuando se ponían nerviosos, caía. En diciembre, sin embargo, el euro pasó a terreno negativo en la escala de HSBC y desde entonces, se ha recuperado en torno a cero, lo que significa que los cambios más amplios en el apetito de riesgo no tienen apenas impacto en el euro, señala el WSJ.

El principal motor del cambio ha sido el enorme y creciente superávit por cuenta corriente, según los analistas de BNP Paribas. Por un lado, implica una constante demanda de euros: la zona euro está exportando más de lo que está importando. El superávit en cuenta corriente se amplió en noviembre a 23.500 millones, el más alto de la historia. Los bajos tipos de interés del BCE también hace que los préstamos en euros sean más atractivos.

Los analistas de BNP piensan que la posibilidad de que prosigan las políticas de relajación monetaria por parte del BCE mejorará aún más el atractivo del euro como moneda de financiación. Los rendimientos de los bonos de más riesgo del bloque se hundieron a mínimos de varios años a principios de este año -incluso con una situación de estrés en el mundo emergente.

"La zona euro está más o menos a salvo de lo que está pasando en los mercados emergentes", concluye Yannick Naud, gerente de Sturgeon Capital.

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