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Janet Yellen lleva ventaja y Timothy Geithner es la duda

Janet Yellen, candidata a presidir la Fed

La Casa Blanca (como con Siria) calculó mal la oposición demócrata. Hace dos semanas, altas fuentes nos indicaron que el presidente elegiría a Larry Summers en vez de a Janet Yellen para la Fed. Ambos tenían oportunidades y estaban bajo escrutinio, aunque los asesores del presidente tenían opiniones opuestas en cuanto a cuál debería ganar y algunos que han trabajado anteriormente con Summers se decantaron decididamente hacia él.

Las mismas fuentes de la Casa Blanca estaban convencidas (en aquel momento) de que las audiencias de confirmación sobre Summers no supondrían mayor problema. Creían que, aunque 19 senadores demócratas y uno independiente habían firmado una carta a favor de Yellen, la mayoría votaría a Summers si el presidente le escogía.

El Ejecutivo de EEUU creía que sólo cuatro o cinco senadores demócratas (no 19) acabarían votando contra Summers, lo que dejaba bastante apoyo de los republicanos para obtener una confirmación sin problemas. Y puesto que el presidente conoce muy bien a Summers y casi nada a Yellen (y tiende a preferir a las personas que conoce y en las que confía), se pensaba que optaría por él. Pero el Gobierno de Obama ha cometido dos errores de cálculo en las últimas dos semanas en cuanto a la conducta de los demócratas (no los republicanos) en votaciones importantes: una sobre la resolución de Siria y otra sobre el presidente del Fed. Después de la debacle siria, la Casa Blanca no podía arriesgarse otra vez al elegir a Summers y que su nombramiento fuera rechazado en el senado. Hacía falta demasiado capital político para garantizar su confirmación (que contaba con un gran respaldo de los republicanos dudosos) y no podía correr el riesgo dadas las opiniones explícitas de los demócratas clave en el comité bancario.

¿Vía libre para Yellen?

Hace dos semanas, fuentes internas nos informaron de que Tim Geithner (otro posible favorito de la presidencia) se había quedado fuera. Por lo visto, no bromeaba cuando decía que no quería el puesto. Eso dejaba sólo a Summers y Yellen de candidatos formales. Y ahora, sin Summers, ¿vía directa para Yellen? La respuesta es complicada. En primer lugar, al decantarse sin tapujos hacia Summers, no sólo estaban haciendo una clasificación relativa implícita sino que también dejaron claro que no estaban convencidos de que Yellen fuera la opción más idónea, por una serie de supuestos puntos débiles en una candidata, por lo demás, eminentemente cualificada.

En segundo lugar, casi todos los demás nombres que se mencionan como alternativas a Yellen no tienen muchas bazas de ser elegidos: Alan Blinder, Don Kohn y Roger Ferguson. Janet sería una opción superior a los tres, ya que ninguno de estos últimos ha sido confidente cercano del presidente (la gran ventaja de Summers).

La única otra persona con la misma capacitación que Yellen para presidir la Fed y que ha sido asesor del presidente es Tim Geithner: en el Tesoro durante una década como protegido de Summers, fue presidente de la Reserva Federal de Nueva York y secretario del Tesoro durante cuatro años completos en el primer gobierno de Obama. Tiene una larga experiencia internacional, amplios contactos en el mercado, conocimiento de los mercados financieros y ha pasado la prueba de las crisis (de los mercados emergentes y de la crisis financiera global y sus secuelas). Habría sido la primera elección probable de Obama si hubiese estado disponible.

Ahora la cuestión es si Obama apostará por Yellen o intentará convencer a Geithner para que acepte el trabajo. La apuesta por él se enfrenta a dos obstáculos. En primer lugar, hay que convencerlo para que acepte el trabajo: ha indicado a todo el mundo, incluida la Casa Blanca, que quiere entrar en el sector privado.

En segundo lugar, ¿qué papel jugará a nivel doméstico la percepción de un sesgo de género si, después de preferir a un hombre sobre una mujer altamente cualificada, el Gobierno eligiera a otro hombre? Yellen es una académica de primer nivel que tiene el apoyo de muchos senadores demócratas, incluyendo aquellos en la izquierda del partido que tienen opiniones firmes sobre quién debería ser el presidente de la Fed; su elección también recibiría el apoyo de la mayoría de la gente de Wall Street y de los inversores, que la ven como muy blanda (paloma) en torno al programa de compra de deuda, o quantitative easing, la reducción del mismo, la salida de los tipos de interés cero y la normalización de los mismos. Y tiene el apoyo explícito de 400 expertos académicos que han firmado una carta apoyándola.

Así pues, después de preferir a Larry Summers, ¿cómo podría el Gobierno desairar a Yellen y apostar por Geithner? La Administración debe ponderar los riesgos de ser acusada de tener un sesgo de género; especialmente después de que se criticara que la primera Administración Obama era una red de viejos amigos masculinos. Y ahora que Hillary Clinton ya no está, no hay una mujer de alto nivel en ella. Aun así, asumiendo que se puede convencer a Geithner para aceptar la oferta (que es mucho asumir, pero posible si el presidente hace un poco de presión), las principales razones por las que Obama puede apostar por Geithner son que está tan cualificado como Yellen, con amplia experiencia regulatoria; tiene un conocimiento más cercano de los mercados y experiencia internacional en el FMI y en el BPI (Banco de Pagos Internacionales, el club de los banqueros centrales); ha sido puesto a prueba por la crisis repetidamente (como presidente de la Reserva Federal de Nueva York durante la crisis financiera global y como secretario del Tesoro en los años de la recuperación tras la crisis); es un gran pensador y orador; ha sido un consejero cercano y confiable del presidente durante muchos años; y, si Obama quiere elegir a un líder de la Fed independientemente de consideraciones de política interior, Geithner puede ser la mejor opción, dado que debería diseñar una salida suave del programa de estímulos y la ZIRP (tipos de interés cero), que tienen un impacto global.

Los 'contras' de Geithner

Sin embargo, hay una serie de fallos en la elección de Geithner: no es un eminente experto académico pese a que haya aprendido mucho de economía y finanzas en décadas de experiencia regulatoria; en segundo lugar, durante mucho tiempo fue un protegido de Bob Rubin y Summers en el Tesoro antes de crecer por sí mismo (así pues, algunos pueden percibirle incorrectamente como un mini-Summers); en tercer lugar, la izquierda del partido demócrata puede percibirle demasiado cercano a Wall Street dado que fue uno de los principales hacedores de los rescates durante la crisis financiera; en cuarto lugar, elegirle puede crear una tempestad entre las mujeres y las organizaciones femeninas y en la izquierda del partido demócrata.

Todas estas consideraciones indican que puede que Yellen se convierta de nuevo en la favorita. Pero la Casa Blanca puede haber quemado algunos puentes con Yellen al expresar su preferencia inicial por Summers; y se dijo (correctamente) que estaba disgustada por cuán pública y polémica se había vuelto la carrera por la presidencia de la Fed, hasta el punto de minimizar sus posibilidades de ser elegida. Y si el Gobierno tenía una preferencia total y absoluta por Summers basada en la incorrecta percepción de que Yellen no tenía suficiente capacidad para el trabajo, puede que ahora decida encontrar una alternativa para ella en Tim Geithner.

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