
La percepción del mercado sobre el euro ha cambiado radicalmente. Ya no se espera solo que sea uno de los motores de una posible recuperación económica global, sino que los inversores empiezan a ver la moneda única como refugio, apenas tres años después de que la idea de la ruptura del euro cogiera fuerza. Los problemas en los países emergentes y la mejora gradual de la economía afianzan el optimismo sobre la moneda única.
Eso es lo que transmiten una serie de indicadores que recoge la agencia Bloomberg. El primero de ellos, la correlación entre el euro y el índice de riesgo de Citigroup, que se ha vuelto positiva por primera vez desde noviembre 2008. En concreto, esta correlación entre la moneda única y el índice, que sigue al mercado de bonos emergentes y los spreads de EEUU, se situó en 0,0687 tras llegar a 0,107 el 23 de agosto, según la agencia.
Algo que no sucedía desde la caída de Lehman Brothers, y que significa que el euro está ganando adeptos mientras la percepción de problemas en los mercados financieros aumenta. Que la relación el euro y este índice implica que la moneda única se revaloriza cuando la percepción del riesgo se incrementa.
Además, según los datos de la Commodity Futures Trading Commission de EEUU, los hedge funds y los grandes especuladores están más optimistas que nunca desde 2011 sobre la moneda única.
Beneficiado por la crisis emergente
Todo ello a pesar de que la recuperación, que parece que va consolidándose, todavía no es suficientemente fuerte, como ayer dejó claro Mario Draghi, presidente del BCE, que señaló los riesgos que todavía persisten, por lo que no cerró la puerta a posibles rebajas de tipos de interés.
Esta fortaleza del euro se está acentuando por el hecho de que los inversores que se están alejando de los mercados emergentes buscan refugio en la divisa europea. "El euro permanece fuerte y la repatriación desde los mercados emergentes está jugando un papel importante", explicó Valentin Marinov, de Citigroup.
"Podría continuar jugando un papel como refugio al ser una moneda de reserva mientras se mantengan contenidos los riesgos de una ruptura de la Eurozona". Marinov cree que el euro cerrará el año en niveles similares a los actuales, lo que le hace un poco más optimista que la media de los analistas consultados por Bloomberg, que espera que acabe 2013 alrededor de 1,28 dólares, por debajo de los 1,31 actuales.
En los últimos seis meses, el euro se revalorizado frente a 28 de las 31 divisas que sigue Bloomberg, ganando más de un 20% frente a la rupia india y un 19% frente al real brasileño. Entre los países emergentes, solo ha perdido valor frente al yuan chino y el lev búlgaro.
"El euro es percibido como un refugio en el entorno actual, cuando no estamos en una crisis del G-10, sino en una crisis emergente", explicó Sebastien Galy, estratega de divisas de Société Générale. "La gente que era muy, muy negativa sobre la Eurozona estaba muy, muy equivocado. Esa gente ha cambiado su forma de pensar".
El euro, además, sigue siendo la segunda moneda más líquida del mundo, participando en un 33% del total de transacciones de divisas en el mundo. El dólar sigue siendo hegemónico, con una participación del 87%.
"Es difícil encontrar algo negativo sobre el euro en este momento, o al menos nada sobre lo que ahora esté el foco", concluyó Niels Christensen, estratega jefe de divisas de Nordea. "Cuando hay más optimismo sobre la economía, entonces se genera una espiral positiva sobre el euro".