
No hay vacaciones que valgan para el Tesoro Público español. Aunque esta semana se tomaba un descanso hasta su próxima subasta del 16 de julio, el organismo emisor ha colocado hoy 3.500 millones de euros en una emisión sindicada que vence el 31 de octubre de 2028 con una rentabilidad anual del 5,15%, equivalente a 280 puntos básicos respecto al mid-swap, el índice de referencia para este tipo de colocaciones.
Una hora después de la apertura de libros, que permite ir registrando las peticiones de los inversores, la demanda ascendía a 4.000 millones de euros; finalmente, las solicitudes han sido de 7.500 millones.
Mediante este tipo de emisiones, los bancos colocan directamente la deuda entre los inversores y el Estado diversifica su base inversora, pues acceden a la emisión clientes que habitualmente no acuden a las subastas ordinarias dentro del calendario.
Tras las dos emisiones sindicadas a 10 años cerradas este año, la primera en enero y otra en mayo, "es posible volver a acudir en el ámbito de 15 años", aseguraba a finales de mayo Ignacio Fernández, subdirector del organismo.
Es la primera vez que España cierra una colocación privada a 15 años desde marzo de 2011. El Tesoro Público ha celebrado este año, fuera del calendario ordinario, otra emisión en dólares, además de las citadas de enero y mayo en euros. Con las emisiones en euros ha captado más de 14.000 millones de euros, y con la de dólares 2.000 millones.
Además, antes de que acabe 2013 tiene previsto otra en dólares, para la que aún no hay fecha.
Más cerca del objetivo anual
Aunque el Tesoro español va a buen ritmo -hasta hoy reunía el 66,9% del dinero que se había marcado como objetivo de 2013 para las subastas de deuda a medio y largo plazo-, es el momento para salir a mercado antes de adentrarse en la sequía de financiación propia del verano.
En la última subasta ordinaria de bonos a 15 años, celebrada el pasado 9 de mayo, el Tesoro pagó un 4,336% de rentabilidad media y captó 1.160 millones de euros.
BBVA, BNP Paribas, CaixaBank, Crédit Agricole, Credit Suisse y Société Générale han sido las entidades que han ayudado a colocar la emisión de este martes.