Bolsa, mercados y cotizaciones

El inversor encuentra ya rentabilidades del 3,75% en bonos corporativos

  • El interés de la deuda pública y privada crece tras conocer los planes de la Fed
  • Mientras que el de depósitos y seguros financieros mengua un poco más

Este domingo se pudo ver la luna llena y sólo habrá que esperar un mes para volver a ver el plenilunio. Es la duración del ciclo lunar. Pero en el mundo de la inversión las fases no son tan sencillas de observar ni de prever. La rotación de unos activos a otros está condicionada por multitud de variables.

El verano pasado, la deuda pública y privada eran los productos estrella, los que ofrecían más rentabilidad al inversor, pero fueron apagándose, mientras otros como los depósitos seguían brillando con intereses de más del 3 ciento. Hasta que su ciclo también llegó a su fin. Desde enero, la rentabilidad de los depósitos bajó de forma drástica, tras la recomendación del Banco de España de limitar los intereses. Ahí aparecieron, entre otros, los seguros de ahorro como alternativa, aunque ahora vuelven a menguar.

En un momento en el que el ahorrador que no quiere estar en bolsa no encuentra opciones atractivas, los rendimientos de la deuda están volviendo a crecer y pueden llegar a dominar este pequeño universo.

Bonos corporativos

En un mundo de tipos de interés casi nulos, la renta fija privada se ha quedado eclipsada por otros activos durante algunos momentos. Este año las compañías españolas, por ejemplo, han logrado financiarse en los mercados a precios históricamente bajos y aunque esto es una buena noticia para las empresas supone que el ahorrador no encontraba rentabilidades tan atractivas como antes. Pero este universo empieza a cambiar ahora que la Reserva Federal (Fed) se ha marcado fechas para retirar sus estímulos económicos y el posible final del dinero gratis. ¿Empieza un nuevo ciclo?

Tras varios días de ventas en la renta fija, más de la mitad de la deuda que las cotizadas españolas han emitido a lo largo de 2013 está cotizando a niveles más interesantes en el mercado secundario, en el que se intercambian los títulos tras ser colocados. De media, están ofreciendo un 3,75 por ciento.

Aquí hay que diferenciar entre varias cosas. Primero, el cupón que paga la compañía no es lo mismo que la rentabilidad que realmente supone la inversión para el que compra los bonos. Esto último, que es lo que al final debe valorar el ahorrador, es la TIR y varía de forma inversa al precio de los bonos en el mercado. Si hay ventas de títulos, los precios caen y la rentabilidad, por el contrario, sube. Justo lo que ha ocurrido esta semana. Sí, la renta fija no es fija.

Lo segundo que hay que tener en cuenta a partir de aquí es que, como en las acciones, para un inversor que pretenda entrar es bueno que baje el precio. Es decir, que suba la rentabilidad. En cambio, es negativo para quien ya tiene en cartera los títulos.

La última vez que una compañía española salió al mercado fue a principios de este mismo mes. Abertis colocó bonos a 10 años con un cupón del 3,75 por ciento. Pues bien, esta deuda ofrece ahora un 4,14 por ciento. También los bonos a una década que emitieron Telefónica y Gas Natural cotizan ahora por encima del 4 por ciento -ver gráfico-.

Aunque donde más ha repuntado la rentabilidad entre las emisiones de este año es en la deuda senior a 5 años lanzada por CaixaBank: ofrece hoy un 4,125 por ciento, un punto más que en la emisión. También es posible cazar el bono a 7 años de Repsol al 3,36 por ciento cuando hace un mes lo vendió al 2,625 por ciento. El 6 años con el que Red Eléctrica consiguió un récord en mayo roza el 4 por ciento, desde el 2,375 por ciento de su cupón.

Letras del Tesoro

Su último gran momento fue el verano pasado. Las letras del Tesoro a un año eran una digna competencia a los depósitos a 12 meses que colocaban las entidades financieras españolas. Las imposiciones a plazo fijo aún no estaban supeditadas al 1,75 por ciento, pero el 2,7 por ciento que ofrecía la banca en agosto era inferior al 3 por ciento que podía conseguir un ahorrador acudiendo a una subasta del Tesoro.

Con el fin del verano acabó una fase y empezó otra en la que el organismo emisor ha llegado a captar financiación a los precios más baratos en tres años. Pero esta semana la tensión en el mercado de deuda ha vuelto a reanimar a las letras. El Tesoro pagó el martes un interés medio del 1,39 por ciento por el papel a 12 meses, desde el 0,99 por ciento anterior, y en el secundario se pueden conseguir rentabilidades del 1,56 por ciento.

Depósitos

Si hay un producto que pasará al recuerdo como el gran damnificado de 2013, ése es el depósito. El que un día fue el vehículo estrella en banca para captar el pasivo de los particulares, hoy sólo aspira a un papel más que secundario. La merma de sus rentabilidades desde enero, cuando el Banco de España recomendó limitarlas hasta el 1,75 por ciento, es ya una realidad manifiesta en la oferta comercial del sector. Tanto, que el interés que ofrecen de media ha pasado del 3,27 por ciento a finales de diciembre, hasta el 1,75 por ciento actual. Pero lejos de tocar suelo, una nueva oleada de bajadas empezó a gestarse a finales de mayo, cuando algunas entidades como Bankia, OficinaDirecta o ActivoBank recortaban sus retribuciones hasta el 1,5 por ciento. Semanas después, otros tres bancos (Popular-e, Sabadell y NCG Banco) se unían a la lista.

Las excepciones cada vez son menos abundantes. Sólo un grupo de entidades ofrecen aún rentabilidades del 2 por ciento, aunque con matices en el vencimiento (ver gráfico). Por encima de tal umbral, queda una única oferta. La de Espirito Santo, que brinda un 3 por ciento para ahorradores que depositen más de 50.000 euros.

Seguros de ahorro

Encorsetada la rentabilidad de los depósitos bancarios y otros productos alternativos (como pagarés o cuentas a la vista), el nuevo elegido por la banca y las aseguradoras fue el seguro financiero. Durante los dos primeros meses del año, su venta empezó a proliferar de la mano de entidades como Popular, que llegó a ofrecer un 3 por ciento por uno referenciado a 5 años (aunque se podía rescatar a los 15 meses). O Mutua Madrileña, que comercializó un plan de ahorro con un interés del 3,25 por ciento (una vez descontada la comisión). Ahora, sin embargo, sus rendimientos tampoco son lo que fueron. Si a principios de año se situaban en torno al 4 por ciento, ahora rondan el 3 por ciento (salvo excepciones).

Por ejemplo, el nuevo seguro de ahorro que propone Mutua, Plan Ahorro Garantía, garantiza la totalidad del capital y ofrece un tipo de interés mínimo, una vez descontada la comisión, del 1,55 por ciento durante toda la vida del producto -no tiene plazo de vencimiento-; al que hay que sumar la parte de los beneficios que genere la cartera de inversiones ligada al producto. Casi dos puntos menos de rentabilidad que el anterior.

Bajo la filosofía de un producto similar al depósito, Axa comercializa Flexiplús Depósito Flexible, un seguro de duración indefinida que ofrece tipos de intereses garantizados por adelantado que se puede contratar a partir de los 2.000 euros. Quién esté interesado debe tener en cuenta que tanto los tipos de interés y los plazos de vigencia se actualizan cada tres o cuatro meses. Ahora mismo, Axa remunera con un 1,9 por ciento las aportaciones de 18.000 euros para quienes lo contraten entre julio y septiembre. La remuneración asciende hasta el 2,45 por ciento para aportes de 75.000 euros.

Aunque como ocurre con los depósitos, también hay excepciones en cuanto a productos que superan la media, como sucede con Mapfre o Generali (ver gráfico). La primera ofrece en su web un seguro de ahorro, Garantía 18, a cinco años, con un interés efectivo mínimo anual del 3,36 por ciento, que puede alcanzar el 3,93 por ciento en función de la evolución del euribor a 3 meses y de la edad del asegurado. Pero además, el cliente tendrá a su disposición ventanas de liquidez trimestrales desde el 20 de julio de 2014. Ofrece más opciones, como distintas modalidades de Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) o Planes de Previsión Asegurados (PPA).

Igual que Generali, que ofrece un PPA con una rentabilidad bruta del 4,40 por ciento y un PIAS que rinde un 4,5 por ciento entre julio y diciembre. Después, el producto genera un interés del 2,4 por ciento.

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