
El Tesoro Público ha cerrado una nueva subasta de deuda a largo plazo captando 4.080 millones de euros, algo por encima del máximo previsto. Y por segunda vez esta semana, los intereses abonados han subido con respecto a la anterior emisión similar.
Por referencias, ha recaudando 1.580 millones de euros en bonos con vencimiento a tres años, por los que ha abonado un rendimiento medio del 2,442% frente al 2,247% que pagó el pasado 9 de mayo.
Además, ha colocado otros 1.340 millones de euros en títulos a cinco años, con una rentabilidad media del 3,001%, por encima del 2,789% de principios de mes.
Con el último tramo adjudicado hoy, con vencimiento en 2026, se han captado 1.115 millones de euros, por los que se ha pagado un interés medio del 4,54%, desde el 4,336% del 9 de mayo.
En cuanto a la demanda, las solicitudes han superado en 2,2 veces lo vendido en la referencia a 2016, ligeramente inferior a la del 9 de mayo. Para los bonos a 2018 el ratio de cobertura cayó a 1,9 veces desde las 2,2 anteriores y para las obligaciones a 15 años se situó en 1,5 veces.
23.000 millones en un mes
Con la emisión de hoy, el organismo ha cerrado el mes de mayo tras captar más de 23.200 millones de euros de los mercados en las cuatro emisiones programadas (letras, bonos y obligaciones), más una extraordinaria, sindicada, que lanzó la semana pasada para aprovechar la mejora de los mercados.
La emisión sindicada del bono a diez años celebrada el martes fue todo un éxito y permitió al Tesoro captar 7.000 millones, una cantidad muy elevada para este tipo de subastas, tras cosechar una demanda de más de 21.000 millones de euros, el triple de lo vendido.
De hecho, el organismo se plantea hacer otra emisión de este tipo antes de que acabe el año tras el buen resultado de la última, aunque en este caso sería de un bono a cinco años. Además, se plantea más subastas en dólares y de bonos con rentabilidad ligada a la inflación para diversificar el tipo de inversores.