Con 6.500 millones bajo gestión, Francisco García Paramés se ha convertido en el Warren Buffett español. Por la cabeza del gestor estrella de Bestinver, el grupo de ahorro promovido por la familia Entrecanales, pasa la concepción más moderna de la inversión en España como herencia de lo que ha inoculado en mercado el octogenario Oráculo de Omaha y hoy uno de los cuatro hombres más ricos del mundo. Paramés ha exprimido la búsqueda de compañías que rentabilizan al máximo el capital invertido, que generan mucha caja, y es capaz de mantener la tranquilidad sobre el valor que compra porque esencialmente entiende a qué se dedican las compañías en las que invierte. Esta misma semana reconocía ante sus partícipes que si el PER -veces que el beneficio por acción se recoge en el precio de sus títulos- recuperase la media histórica, el potencial de su cartera rozaría el 90%.
La modernización de la gestión que ha introducido el equipo de Bestinver es como la que trajo al fútbol español el Barça de Johan Cruyff. Introdujo un 3, 4, 3, con dos extremos sin delantero centro, y aunque terminó su primer año muy cuestionado, José Luis Núñez en una junta muy comprometida ratificó a Cruyff. Nació así el 'Dream Team' y a los tres años Cruyff mandaba en todo. Había trasladado de su época de jugador el permanente arte de la sorpresa y mucho le quedó de Rinus Michels -que le entrenó en el Ajax, selección holandesa y el propio Barcelona- y es considerado por muchos el mejor técnico de la historia por la extensión del fútbol total que hizo la Naranja Mecánica con Rensenbrink, Nees-kens y el propio Cruyff.
Rinus Michels es al fútbol lo que Buffett a la inversión y Paramés como Cruyff ha hecho grande un estilo de gestión que muchos admiran. Pero como el holandés, en Bestinver también se cometen errores. En el partido que tenía que ser la consagración de Cruyff, la final de la Champions de Atenas, el Barça se creyó favorito y sucumbió 4-0 frente al Milán de Capello. El modelo de Bestinver también tiene máculas. Tenían el 4,4% de su fondo nacional en Pescanova, y aunque le dio tiempo a 'descongelar' el error, porque empezaron a darse cuenta de que la deuda no se reducía, se han quedado con el 1,5% en cartera del desaguisado. Como dice Cruyff, el fútbol -la inversión- "es un juego de fallos".
Balón pinchado de Jazztel a Bankia
