
El euro, la fragmentación del crédito, la estabilidad fiscal; son muchos los frentes abiertos a los que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, deberá enfrentarse este jueves. Los analistas creen que puede preparar el terreno para bajar los tipos en las próximas reuniones. La crisis de Chipre ha puesto sobre la mesa las dudas sobre el futuro del euro y la fragmentación existente entre los países miembros ponen al BCE en una encrucijada, entre ayudar a los países o forzar a que continúen con sus políticas de ajuste fiscal.
Entre las medidas que baraja Draghi se encuentra una rebaja de tipos para ayudar a la economía de la zona euro y que se encuentran actualmente en el mínimo histórico del 0,75%. Sin embargo, entre los analistas hay unanimidad en considerar esta posibilidad como remota.
El 97% de los expertos consultados por Bloomberg cree que no habrá cambios en los tipos y tampoco en la facilidad de depósito -está en el 0 por ciento-. Lo que sí podría hacer Draghi es preparar el terreno para una rebaja en las próximas reuniones. "Creemos que se acerca un recorte de tipos si la debilidad de la economía de los países del núcleo del euro o de la inflación continúan", advierten los analistas de Bank of America, por lo que consideran que sería posible una rebaja a lo largo de este segundo trimestre.
"Las nuevas medidas del BCE podrían llegar en las reuniones de mayo o junio", explica José Luis Martínez Campuzano, analista de Citi. De hecho, uno de cada cuatro firmas de inversión ya considera que los tipos se situarán en el 0,50 por ciento en junio.
De todo el arsenal de que dispone el presidente de la institución monetaria, también se encuentran medidas no convencionales para facilitar el acceso al crédito. "El BCE podría ayudar actuando como garante de las pequeñas y medianas empresas", explica Marie Diron, analista de Ernst & Young.
Tareas para todos
Draghi tiene que saber controlar los tiempos y medir la situación, ya que sus esfuerzos por ayudar a la eurozona no deberían restar motivos para que los diferentes estados mantengan una política contundente de ajuste fiscal.
Además, tendrá que dar respuesta a la situación de los depósitos en la Eurozona después de la quita aplicada a los de Chipre. Los expertos esperan que Draghi maneje con cautela un tema tan complicado.
"No hay motivo para pensar que Draghi va a preferir decir la verdad, es decir, que este modelo de rescate podría hacerse extensivo a otros países de la Eurozona", explica Soledad Pellón, analista de IG.