El presidente ruso, Vladimir Putin, no solo ha convertido a Rusia en el mayor productor mundial de petróleo, también en el mayor comprador de oro. El banco central del país ha sumado 570 toneladas del metal en la última década, una cuarta parte más que el subcampeón, China, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) compilados por Bloomberg. El oro añadido pesa casi el triple que la Estatua de la Libertad.
"Cuanto más oro tiene un país, más soberanía tendrá si hay un cataclismo con el dólar, el euro, la libra o cualquier otra moneda de reserva", señala Evgeny Fedorov, un legislador del partido de Putin Rusia Unida en una entrevista telefónica con la citada agencia de noticias.
El oro, codiciado por los gobernantes rusos incluso desde la época del zar Nicolás II y el líder bolchevique Vladimir Lenin, se ha disparado casi un 400% en el período de las compras de Putin. Los bancos centrales de todo el mundo han impreso dinero para tratar de escapar de la crisis financiera mundial, minando el apetito de los inversores por dólares y euros, lo que desencadenó una lucha por la seguridad.
Tras suspender pagos sobre una deuda de 40.000 millones de dólares en 1998, Rusia necesitaba 28 barriles de crudo para comprar una onza de oro, según datos compilados por Bloomberg. Esta proporción cayó a 11,5 barriles en el momento en que Putin llegó al poder un año después y en 2005 tocó 6,5. Pero aún así, el presidente ordenó al banco central comprar más.
Durante una visita ese mes de noviembre en la región de Magadan, donde operan las multinacionales Polyus Gold International y Polymetal International, Putin ordenó al banco central no huir del metal. "Después de todo, le llaman reservas de oro y de divisas por alguna razón", señaló Putin de acuerdo con una transcripción del Kremlin.
Al mismo tiempo, el oro tocó su máximo en 18 años en los 495 dólares la onza y el banco central disponía de 387 toneladas, o un 2,2% de los 165.000 millones de dólares de reservas totales. La participación alcanzó el 3,5% en un mes, según datos compilados por Bloomberg.
El oro para entrega inmediata cayó hoy por tercer día consecutivo, un 0,6%, para ubicarse en los 1.657,8 dólares la onza. La subida fue de un 7% en 2012. Los analistas esperan que el metal suba de nuevo en 2013, a 1.825 dólares a finales de año, según la media de 26 analistas consultados por Bloomberg.
Un tipo afortunado
"La estrategia de Putin con el oro encaja con su nacionalismo en materia de recursos, la agenda estatista", señala Tim Ash, jefe de investigación de mercados emergentes de Standard Bank. "Es un poco un juego defensivo, pero ha funcionado, ¿verdad?", precisa Ash en una entrevista en Moscú. "Se necesita suerte en la política y los negocios, y claramente el tipo tuvo ambas".
Otros líderes mundiales no han tenido tanta suerte. Gordon Brown, como ministro de Finanzas británico, vendió cerca de 400 toneladas de oro en los 30 meses anteriores a marzo de 2002, cuando los precios estaban en mínimos de dos décadas. Los tabloides de Londres se han referido a éste como el período oscuro de Brown.
La flexibilización cuantitativa de las principales economías para sostener los precios de los activos financieros está impulsando la demanda de oro en el mundo emergente, explica Marcus Grubb, director de investigación de inversiones en el World Gold Council. Antes de la crisis, los bancos centrales fueron vendedores netos de 400 a 500 toneladas al año. Ahora, liderados por Rusia y China, son compradores netos de alrededor de 450 toneladas, añade Grubb.
Mientras que Putin está llevando la fiebre del oro en los mercados emergentes, los países desarrollados lo están liquidando. Suiza ha sido el que ha descargado más en la última década, 877 toneladas, y suma ahora alrededor de 48.000 millones de dólares, según datos del FMI. Francia ocupa el segundo lugar con 589 toneladas, mientras que España, Holanda y Portugal han vendido cada uno más de 200 toneladas.
Incluso después de la jugada de Putin, sin embargo, las tenencias totales de Rusia suman 958 toneladas, lo que sitúa al país en el octavo puesto mundial, según el Consejo Mundial del Oro en un informe del 8 de febrero. Estados Unidos es el número 1 con alrededor de 8.134 toneladas, seguido por Alemania, con 3.391 toneladas y el FMI con sede en Washington, con 2.814 toneladas. Siguen Italia, Francia, China y Suiza.
Por el momento, con más de cinco años que quedan para el término del mandato de Putin, Rusia planea seguir comprando. "El ritmo será determinado por el mercado", señaló el primer vicepresidente Alexei Ulyukayev, en Davos el pasado 25 de enero.