Bolsa, mercados y cotizaciones

Tocados pero no hundidos: Wall Street debe reaccionar ya para cortar el riesgo de caídas significativas

No es ninguna fantasía que el S&P 500 dejara de sangrar ayer en 1.395 puntos. Este nivel marca para muchos analistas técnicos la diferencia entre una resaca tolerable tras la reelección de Obama y un deterioro preocupante para las próximas semanas o meses.

¿Las caídas han sido suficientes para encontrar valor en mercado? No. ¿Podemos caer en un abismo de Wall Street? Sí. Simplemente, por tres razones:

1. Se ha perpetuado el statu quo político.

Es el leitmotiv e los analistas. No importa una victoria mayor de lo esperado de Obama ni la derrota del Tea Party. El mercado aún no está preparado para entender que los votantes han mandado un mensaje de unión y no de desunión. Lo que significa que ahora hay más oportunidades que antes de que el Congreso se ponga a trabajar de forma conjunta.

2. El miedo ha entrado en el mercado.

Puede ser injustificado pero no desaparecerá de la noche a la mañana. Dicho en términos más analíticos, el sentimiento de los inversores todavía no es tan negativo como para abrazar la opinión contraria.

3. Los inversores (acertadamente) esperan decisiones poco agradables que traerán malas noticias para la rentabilidad de la bolsa.

Un tema es la magnitud del choque económico que seguirá el ajuste fiscal. Otro es la posibilidad abierta de que Obama proponga una subida de la tasa de dividendos para fortalecer los ingresos del Estado. Los expertos dudan de que tal subida cambie los flujos de inversión entre bonos y acciones. Pero genera malestar a corto plazo.

La cuestión clave es cuánto de las malas noticias ya se reflejan en un S&P alrededor de los 1.400 y cuándo Wall Street empezará a descontar factores no tan negativos: unas valoraciones razonables, el apoyo de la Fed (que no debería tardar mucho en anunciar medidas de apoyo), puede que un ajuste más suave que esperado para evitar el abismo fiscal, etc.

Hacen falta catalizadores y no los tendremos hasta que Obama no consiga iniciar un 'espíritu negociador' con los republicanos. Las últimas declaraciones del republicano John Boenher son alentadoras, sin más.

Decente no quiere decir atractivo

Mientras tanto, el peligro es que Wall Street permanezca en el limbo. Algunos analistas, entre los que me encuentro, piensan que alrededor de 1.350-1.375 puntos del S&P 500, Wall Street ofrecería una ecuación riesgo-recompensa decente de acuerdo con los criterios de valoración.

Sin embargo, "decente" para un analista no quiere decir "atractiva" para un inversor. Si los políticos nos decepcionan podemos necesitar un ajuste mayor para conseguir lo que podemos llamar un 'momento Buffet' -del nombre del famoso inversor Warren Buffet -, es decir esta clase de precios a los que los inversores a largo plazo entrarían al mercado para beneficiarse de unas valoraciones realmente baratas.

Hasta entonces, no hay más solución que vigilar los precios y proteger nuestras inversiones si prosigue el deterioro. Wall Street tiene que reaccionar, ya.

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