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El Tesoro Público afronta la semana clave de octubre con dos subastas de deuda

El organismo colocará mañana letras a 12 y 18 meses y el jueves adjudicará títulos a 3, 4 y 10 años

El Tesoro Público tendrá ración doble de trabajo en las próximas jornadas. Dos emisiones distintas, una de deuda a corto plazo y otra de títulos a medio y largo plazo, con las que se enfrentará a la semana más exigente de octubre. Si la crisis de la deuda soberana en la eurozona, en la que España cuenta con un papel protagonista, ya se ha encargado de complicar todas las subastas en los últimos tiempos, esta vez el entorno será aún más incierto. Como trasfondo, la incertidumbre sobre si el Gobierno pedirá finalmente el rescate para que el Banco Central Europeo (BCE) comience a comprar deuda española, las dudas que aún envuelven al rescate de la banca española y, por supuesto, la sombra de las agencias de calificación. Porque si la semana pasada fue Standard & Poor's (S&P) la que rebajó el rating español en dos escalones, hasta BBB-, y la dejó a un paso del bono basura, en cualquier momento llegará el veredicto de Moody's, que se dio de plazo hasta finales de octubre para decidir si degrada la calificación del Reino de España hasta la condición de bono basura.

Contra todo ello y un mercado cada vez más impaciente tendrá que luchar el Tesoro, que afrontará las colocaciones con un doble objetivo entrelazado: captar todo el dinero que pueda para las arcas públicas al menor coste posible. Comenzará el martes con una subasta de letras a 12 y 18 meses y con sólo un día de descanso entremedias volverá a la carga el jueves con una emisión de bonos a 3, 4 y 10 años.

Comparaciones no tan odiosas

Si al final los últimos acontecimientos merman la capacidad del Estado para captar financiación, esto se cotejará frente a las condiciones a las que el Tesoro realizó las anteriores subasta comparables.

En el caso del papel a 12 y y 18 meses, la colocación previa fue el 18 de septiembre. En aquella ocasión el organismo emisor obtuvo 3.557 millones de euros en títulos a un año y 1.019 millones a año y medio, con un interés medio del 2,83 y 3,07%, respectivamente. Además, contó en cada caso con una demanda que superó a la oferta en 2,03 y 3,56 veces.

Para los bonos a 3 y 4 años la última emisión comparable fue la subasta del 6 de septiembre. En la referencia a un trienio el Estado obtuvo 1.427 millones de euros por los que pagó una rentabilidad de 3,67% y contó con una ratio de cobertura de 1,76 veces. En deuda a un cuatrienio el Tesoro obtuvo 1.392 millones de euros a un rendimiento del 4,60% y con una proporción de la demanda sobre la oferta de 1,86 veces.

Finalmente, para los bonos a una década en la anterior subasta comparable, del 20 de septiembre, se captaron 859 millones de euros por los que tuvo que soportar un coste de financiación del 5,66%. En aquella ocasión, el Estado contó con una ratio de cobertura de 2,85 veces.

Agenda muy apretada

El Tesoro comenzó el ejercicio a un buen ritmo. De hecho, ganó dos meses al calendario ya que a finales de abril ya tenía cubierto la mitad de los 184.600 millones de euros previstos captar en este año.

No obstante, el retorno de la presión sobre la deuda española languideció el ritmo de sus colocaciones, hasta el punto que ahora mismo le faltan 43.860 millones de euros para cumplir su objetivo. Es decir, aún le queda por cubrir el 23,75% en menos de tres meses. Para ello, aún cuenta con 11 subastas de deuda antes de fin de año en las que deberá poner mas énfasis en las emisiones a corto plazo que a largo. No en vano, para su objetivo de financiación en bonos y obligaciones ha captado 75.550 millones de los 85.800 previstos -el 88%- mientras que en letras ya ha conseguido 65.190 millones. Un 66 por ciento del objetivo de 98.800 millones.

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