
La incertidumbre sobre el rescate a España sigue azuzando los nervios de los mercados y hace regresar la presión sobre la deuda española, mientras crecen las voces que apremian a España para que pida ayuda al BCE. Sáenz de Santamaría: el Gobierno tomará una decisión sobre el rescate "cuando tenga las cosas bien atadas".
En este sentido, ayer el gobernador del Banco Central de Bélgica, Luc Coene, advirtió de que "si los mercados ven que España no pedirá ayuda, entonces no pasará mucho tiempo antes de que los diferenciales suban de nuevo, y entonces España se verá forzada a dar marcha atrás en su decisión y pedir un programa condicionado".
La prima de riesgo española, el diferencial entre el bono español a 10 años y su homólogo alemán y que se emplea como medidor de la confianza de los inversores, ha llegado a tocar un máximo de 441 puntos básicos, si bien tras la subasta del Tesoro de hoy se ha dado la vuelta y baja.
La rentabilidad de la deuda a 10 años también ha llegado a situarse por encima del 6% a primera hora, si bien según ha avanzado la sesión se ha moderado y cotiza por debajo de ese nivel.
Mientras, los analistas empiezan a ponerse nerviosos. "Estamos ahora dejando pasar el tiempo, esperando a señales desde España... el plan (del BCE) solo funcionará si España firma alguna clase de acuerdo", explicó Elwin de Groot, economista senior de Rabobank, a Reuters.
"España sigue bajo presión... hay mucho gente ahí fuera que no sabe qué hacer", añadió un trader.
El rendimiento del bono español a 10 años alcanzó un máximo de 7,75% el pasado 25 de julio, poco antes de que Mario Draghi, presidente del BCE, prometiera hacera lo que fuera por salvar el euro y la Eurozona.