Bolsa, mercados y cotizaciones

'SuperMario' Draghi acude al rescate

Un minuto. Es el tiempo que le llevó al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, mutar un pesimismo casi absoluto por una riada de renovado optimismo. Ocurrió poco después de las 12 del mediodía del jueves. Un puñado de segundos que fueron mágicos para las bolsas y la deuda pública periférica. Un soplo de confianza insuflado con tres ideas principales. La primera: "El euro es irreversible". La segunda: "Haremos todo lo que sea para preservar el euro". Y la tercera: "Créanme, [lo que hagamos] será suficiente".

La reacción a estas palabras fue inmediata. Y a pesar de que sólo fueron eso, palabras, los mercados acogieron positivamente el compromiso del dirigente del BCE, que se estaba haciendo tan necesario, principalmente para países como España o Italia en los que la presión y la incertidumbre están haciendo mella. Un discurso que cuanto menos fue sorprendente, principalmente porque Mario Draghi había avisado en un entrevista concedida al diario francés Le Monde que el BCE no estaba para "resolver los problemas financieros de los países". No obstante, como su homólogo en el videojuego, SuperMario, acudió en auxilio de las damiselas en apuros (España e Italia) y consiguió liberarlas, al menos de momento. Ese mismo jueves, el rendimiento de los bonos a 10 años cayó del 7,37 al 6,92%, situándose por debajo del nivel crítico del 7 por ciento. La prima de riesgo bajó de los 611 puntos básicos a los 561 y el Ibex, que había acumulado sólo en tres sesiones (las del pasado viernes, lunes y martes) un retroceso de más del 10%, protagonizó la décima mayor subida de su historia, al escalar un 6,06%. El euro también se sumó a la fiesta y recuperó los 1,23 dólares tras la comparecencia de Draghi.

Unos datos que se alejan bastante del inicio de semana desastroso que vivió el principal selectivo español. La jornada del lunes tuvo como principal protagonista a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se convirtió en la gran aliada del Ibex 35. El policía de los mercados españoles vetó todas las operaciones bajistas sobre la bolsa española, una decisión con la que consiguió parar la sangría que estaba viviendo el índice español, que había cedido a lo largo de la sesión más de un 5%, para cerrar finalmente con una bajada del 1,1%.

Sin embargo, agua pasada no mueve molinos, y esa medida no tuvo ningún efecto en los mercados la segunda jornada de la semana. El índice de referencia nacional se estrelló estrepitosamente marcando el miércoles, sesión en la que descendió un 3,6% y cerró en los 5.956 puntos, en mínimos desde abril de 2003.

A la espera de Europa

En la última jornada de la semana, el mercado seguía aún contagiado de la euforia que había promovido SuperMario al expresar su apoyo explícito a la divisa común y la convicción de que tanto España como Italia contarán con el respaldo de la Unión Europea. Además, la sesión del viernes estuvo marcada por las reuniones para decidir el futuro de la eurozona, centradas principalmente en las ayudas a España. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, aseguraron en un comunicado que "harán lo que haga falta" para defender el euro, siguiendo la línea de Mario Draghi.

Con estos rumores sobre la mesa y el compromiso franco-alemán para proteger el euro, los mercados experimentaron fuertes subidas. El Ibex avanzó un 3,91%, hasta los 6.617,6 puntos. Con este ascenso, unido a la gran sesión vivida el jueves, el selectivo español se anotó más de un 5,9% en la semana. Por su parte, en el mercado de deuda, la prima de riesgo cayó con fuerza, hasta los 535 puntos básicos, y el rendimiento del bono a 10 años se situó en un 6,74 por ciento. "La fuerte reacción alcista ha habilitado que se hayan desplegado potentes líneas de vela semanales alcistas que siguen invitando a confiar en un escenario positivo de cara a las próximas semanas", afirma Joan Cabrero, analista de Ágora A.F.

Una cita importante a la que los mercados no perderán de vista será el próximo 2 de agosto, día en el que el BCE celebrará su reunión mensual de política monetaria, tras la que se comprobará si el nivel de compromiso de Mario Draghi se queda en meras palabras o se transforma en medidas efectivas. Una reunión de la que se espera que se decida mucho más que una simple rebaja en los tipos de interés del 0,75 al 0,5%.

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