
La inconcreción de los acuerdos adoptados en la última cumbre europea y los titubeos que el mercado advierte en la toma de decisiones del Gobierno español vuelve a colocar al país en el centro de la tormenta financiera después de que el BCE no hiciera un gesto de ayuda a los países con problemas.
La prima de riesgo ofrecida por el bono español a diez en comparación con su homólogo alemán ha cerrado hoy en 562 puntos básicos, después de terminar el jueves en 539. Mientras que la rentabilidad del bono ha concluido la jornada en el 6,9%, aunque llegó a situarse por encima del 7%, a solo a unos 0,18 puntos por debajo del máximo de hace tres semana.
La falta de un calendario claro para aplicar la ayuda europea a los bancos españoles -de la que aún se desconoce el importe definitivo- y el temor a que el nuevo ajuste que prepara el Ejecutivo no dé en la diana de las expectativas financieras, ha disparado la prima de riesgo y los rendimientos de los bonos hasta cerca de sus máximos, una vez que el BCE no contempló la adopción de medidas no convencionales para echar una mano a países vulnerables del euro, como España e Italia.
"La corrección de las bolsas (y las tensiones en los mercados de bonos) tras la decisión del BCE de rebajar los tipos de interés en un cuarto de punto se explica por la 'ausencia de nuevas medidas de QE', es decir, por no anunciar un programa de compra de bonos o de nuevas inyecciones de liquidez a los bancos", explica el informe diario que elabora M&G Valores.
"El mercado tiene la sensación de que hay una cierta parsimonia en las decisiones de los políticos, que existe una brecha grande entre el timing de los que toman las decisiones y el timing de los mercados", ha señalado un analista a Reuters.
Las próximas medidas del Gobierno
Después de que distintos miembros del Gobierno, entre ellos el presidente Mariano Rajoy, hayan avanzado que está en marcha una nueva ronda de ajustes en el gasto y en los ingresos para reconducir el déficit público, los mercados temen que el nuevo tijeretazo pueda no alcanzar las expectativas.
En este sentido, existe consenso entre analistas de que ante el colapso del crédito que padece España, es necesario que se adopten medidas de recorte del gasto que vayan encaminadas a equilibrar el saldo financiero del país.
España intenta recortar su déficit público este año hasta el 5,3% del PIB desde el 8,9% de 2011, pero a finales de mayo, el Estado ya había alcanzado un saldo negativo del 3,41% del PIB, frente al 3,5% fijado para la administración central para todo el año.
"El primer problema es la falta de crédito y esto está castigando a empresas muy viables y eficaces. Es prioritario recortar el gasto y equilibrar la situación financiera y rebajar la deuda para que vuelva la confianza a los mercados", dijo un analista que pidió la confidencialidad.
Otros expertos, sin negar la validez de este argumento, cree que no deben ignorarse medidas de respaldo al crecimiento en un sentido similar a las que acaba de adoptar el Gobierno francés.
"El mercado cree que para que tales medidas (de recortes del gasto) sean eficaces tiene que venir acompañadas por otras que estimulen el crecimiento, como más facilidades para los emprendedores y estímulos a las pymes", dijo Estefanía Ponte, economista de Cortal Consors. "Ya hemos visto cómo unas medidas de recorte por sí solas, no ayudaron a reducir el diferencial", agregó.
Las informaciones que han apuntado a que el Gobierno o estaba estudiando una subida del IVA suscitó preocupación entre analistas al entender que esta medida, sin alternativas compensatorias también en el ámbito fiscal, colapsaría aún más el débil estatus de la demanda interna.
"Es preferible subir algunos tramos (del IVA) en algunos productos que tienen la modalidad reducida o superreducida", dijo un analista.