
Se hizo de rogar, pero finalmente llegó. Después de 17 años sin compartir con el accionista el dinero atesorado, Apple aprobó ayer una política de retribución, en la que repartirá 2,65 dólares trimestrales por acción, que rentarán un 1,8% al año, y un programa de recompra de acciones que supondrán la utilización de 45.000 millones de dólares (unos 34.351 millones de euros) en los próximos tres años.
El destino de la caja del gigante tecnológico era una de las grandes incógnitas que desde hace tiempo deambulaban dentro y fuera de Wall Street. El mercado reclamaba que ante los 97.600 millones de dólares de caja que Apple acumuló a cierre de 2011 era el momento de volver a pagar dividendos. "Era algo inevitable y que reclamaban los accionistas", señala Javier Flores, desde Asinver. "Lo que ha sorprendido es la cuantía, mayor de lo esperado", añade el analista.
Los expertos estimaban que el importe rondaría los 2 dólares por acción y trimestre, según recoge la agencia Bloomberg, frente a los 2,65 dólares que finalmente ha anunciado la compañía. La primera entrega será en el cuarto trimestre de su ejercicio fiscal 2012, que en el calendario se corresponde con los meses de julio, agosto y septiembre. Mientras que la recompra de acciones anunciada de 10.000 millones de dólares comenzará a partir del 30 de septiembre.
Según calculan los analistas de Morgan Stanley, "si Apple paga 35.000 millones de dólares en forma de dividendos según lo previsto en los próximos 13 trimestres y el número de acciones se mantiene sin cambios, implicaría un 3,6% de crecimiento en los dividendos anuales durante los próximos tres años fiscales".
Un compromiso a la altura
Por ahora, los planes de la empresa que dirige Tim Cook pasan por distribuir 10,6 dólares al año, que suponen un rendimiento de alrededor del 1,8%.
Pero, ¿son atractivas estas cifras dentro del sector? En el índice tecnológico por excelencia en EEUU, el Nasdaq 100, hay una veintena de compañías que ofrece mayor rentabilidad -ver gráfico-, aunque no todas son tecnológicas. Además, no hay que olvidar que un 25% de los valores del índice todavía no retribuye de ninguna forma al accionista y que la rentabilidad media que ofrecen las empresas que pagan dividendo en efectivo se sitúa ahora en torno al 1%.
En general, el mercado y los expertos han valorado positivamente el dividendo anunciado. "Es un compromiso alto", expone Marc Batlle, desde la sicav Elcano. "El dividendo en efectivo es generoso teniendo en cuenta la incertidumbre intrínseca que tiene una empresa de tecnología, que siempre es muy dependiente del lanzamiento de nuevos productos", explica el analista.
Con su anuncio, Apple vuelve a hacer gala de los altos números a los que ya tiene acostumbrado al mercado. La que se ha coronado como mayor empresa del mundo por capitalización bursátil, arrebatando desde hace unos meses el trono a la petrolera Exxon, distribuirá casi 9.900 millones de dólares anuales entre sus accionistas. Este montante equivale aproximadamente a un 25% del beneficio con el que se espera que finalice el año -ver apoyo- y a un 10% de la caja que sumó al cierre del último ejercicio.
Pese a que el pago de dividendo no supone un peligro para los números de Apple, la compañía quiso dejar claro que reestablecer la política de retribución que aparcó en diciembre de 1995 no significará un freno para su crecimiento. "Hemos usado nuestra liquidez para hacer grandes inversiones en nuestro negocio a través de incrementos en investigación y desarrollo, adquisiciones, apertura de nuevas tiendas, prepagos estratégicos, gasto de capital en nuestra cadena de producción y construcción de nuevas infraestructuras. Se verá más de todo esto en el futuro", aseguró Tim Cook.

Lucha contra la dilución
La recompra de títulos es cada vez más empleada entre las empresas estadounidenses. "Sostienen e impulsan al alza las cotizaciones, además de servir para contrarrestar el efecto dilución por ampliaciones de capital relacionadas con la política de la empresa de compra de títulos por parte de los empleados", comenta Javier Flores.
Apple ha precisado que este útimo es precisamente el "objetivo primordial" que persigue con su programa. Y, de hecho, la cantidad que destinará a la recompra puede no suponer una forma indirecta de retribuir al accionista, sino simplemente una manera de evitar que el inversor no salga perjudicado de las ampliaciones de capital que hace el grupo. "El importe de la recompra de acciones es mínimo, lo justo para compensar la dilución", considera Marc Batlle.
No se vende con la noticia
La reacción de los inversores a tan magno, aunque esperado, anuncio no se hizo esperar. Dio igual que los analistas consideraran que el regreso del dividendo ya estaba descontado en la cotización de la compañía (llegó a superar los 600 dólares por título); y tampoco importó que a precios actuales la compañía de la manzana esté a punto de agotar su potencial alcista -de momento, su precio objetivo se encuentra en los 622 dólares-.
Los inversores celebraron el cambio en la política de remuneración de Apple comprando los títulos de la tecnológica. Así, sus acciones llegaron a rebotar un 2,39%, hasta los 600 dólares. Unas cifra que permite a Apple anotarse rentabilidades de más del 45% en el conjunto del año, frente al 18% que gana el Nasdaq.
Pero la noticia del dividendo y de la recompra de acciones no sólo gustó a los inversores. También a los analistas. Tanto que hasta cinco de ellos le mejoraron el precio objetivo, entre ellos Exane BNP Paribas, que se lo incrementó de 610 a 640 dólares.
La fórmula elegida ha gustado. Entre sus posibilidades, la empresa ha optado por una política de retribución combinada con la recompra de acciones y no entregará, por ejemplo, un dividendo extraordinario. Una política continuada permite la entrada de inversores, pues se espera que dé pie a que las acciones de Apple sean atractivas para una mayor gama fondos de inversión, especialmente fondos de pensiones, muchos de los cuales no están autorizados a comprar acciones en compañías que no pagan dividendos.