Sorpresas al margen en los resultados, la previsión media de beneficio del índice ha caído desde comienzos del año
Escalón tras escalón, el mercado norteamericano se ha encontrado con el siguiente piso para superar. En el caso del capitán de Wall Street, el Nasdaq, los 2.480 puntos son tarea dura por llevar a cabo. Puede que falten catalizadores, más allá de la euforia efímera que desató el pronóstico de la Reserva Federal de tipos históricamente bajos hasta 2014. Y es que la época de resultados no está siendo brillante, y más allá de los augurios que suponían el hecho de que los insiders no hubiesen tomado posiciones, o de que los bajistas se atrincherasen más justo al principio de la temporada, los números no mienten.
Se baten previsiones en EEUU pero de manera tímida, y se flaquea en ventas e ingresos. Hay casos excepcionales, claro, como el de Apple, que ayer volvió a marcar un nuevo máximo histórico en los 458,26 dólares, que ha vuelto a pulverizar expectativas. Pero el suyo es un caso propio, y puede distorsionar la visión del resto del mercado.
Un ejemplo es que la previsión de crecimiento de beneficio para el Nasdaq ha crecido en enero de 12,2% al 15%, pero en realidad, si se miran los datos medios (no ponderados, es decir, quitando en buena parte el efecto Apple, que tiene un peso elevado en el índice), la previsión de crecimiento del índice ha caído del 13,3% al 12,6%. Y eso no ayuda a empujar al índice tecnológico sobre sus resistencias.
Hasta el viernes pasado se habían publicado menos de un 30% de las cuentas del índice tecnológico vistas, y las decepciones no han sido muchas (23 de los 28 valores que han superado el listón que marcaban los analistas), pero parece que no basta.
Además, en otros índices como el Dow Jones la temporada de beneficios sí ha sobrepasado ya su ecuador, y aunque son más las compañías que cumplen que las que defraudan previsiones, en ventas, sin ir más lejos, sólo están sorprendiendo en un 0,2%, de media.
Otro ejemplo lo encontramos en el S&P 500. Un 33% de las empresas del índice que han anunciado sus cuentas han defraudado en beneficio por acción, pero la cifra asciende hasta el 43% de fallos si hablamos de ventas. Y en una importante zona de resistencia técnica para el mercado americano, a los alcistas les hacen falta argumentos. Sobre todo, después de que el PIB norteamericano creciese menos de lo esperado en el cuarto trimestre, como se publicó el viernes.
Todas estas cifras hay que mirarlas además con otra perspectiva: ahora llueve sobre mojado. Los analistas ya habían realizado un proceso de revisiones a la baja de las previsiones de beneficio antes de la temporada. Si no se corrije con los resultados que vendrán en los próximos días, la tentación de recoger beneficios puede ir a más.