El anuncio de Arabia Saudí comprometiéndose a cubrir las carencias en petróleo tras las sanciones de la Unión Europea a Irán provocó que el barril Brent cambiara los números negativos de la sesión por los positivos y que el precio se disparara hasta alcanzar los 113,88 dólares, aunque osciló entre los 114,64 y los 112,58 dólares durante la jornada.
Con el ligero repunte de ayer del 0,16 por ciento, el petróleo de referencia en Europa acumula alzas de más del 6 por ciento en lo que va de ejercicio.
El compromiso del fiel aliado de Estados Unidos se produce después de que los gobiernos europeos llegaran a un acuerdo para prohibir las importaciones del crudo iraní como medida de presión para forzar una renuncia del programa nuclear iraní, después de que las autoridades del país amenazaran la semana pasada con cerrar el paso de petróleo a través de Ormuz.
"La interrupción del flujo de petróleo a través del estrecho de Ormuz amenazará el crecimiento económico regional e internacional", afirmó ayer el ministro de Defensa de Reino Unido, Philip Hammond. El acuerdo de la Unión Europea supone un duro golpe para Irán, ya que es junto con China su mayor mercado del crudo. Y más cuando el gigante asiático también aprovechó la ocasión para comunicar que prorrogará en febrero y por segundo mes consecutivo el recorte a la mitad de las importaciones del petróleo iraní a causa de las discrepancias sobre los precios.
Se abre la brecha con el Texas
La amenaza de las autoridades iraníes con cerrar Ormuz no supone un gran riesgo para el consumo del petróleo en Estados Unidos. El West Texas, el petróleo de referencia al otro lado del Atlántico, se mantenía ayer en negativo al contrario que su homólogo europeo al ceder un 0,4 por ciento y situarse en los 102,8 dólares. El descenso ponía punto y final a dos jornadas consecutivas en positivo y acumulando alzas superiores al 4 y al 0,25 por ciento, respectivamente. Por tanto, la brecha con el Brent vuelve a superar los 10 dólares.