Bolsa, mercados y cotizaciones

La caída de la prima de riesgo facilita el retorno de las emisiones

BBVA y el Santander podrían ser los encargados de reabrir las colocaciones, puesto que son las entidades que suelen inaugurar el año emisor. Todos estarán pendientes de sus pasos.

Preparados, listos... Los mercados financieros dan hoy el pistoletazo de salida al nuevo año. Y entre las -muchas- incógnitas que trae consigo 2012, la primera no tardará en plantearse ni en responderse para bien... o para mal. Consiste en conocer si las entidades financieras españolas serán fieles a la costumbre de saludar el nuevo ejercicio con madrugadoras emisiones deuda, una ceremonia habitual, pero que esta vez adquiere una relevancia especial tras la sequía padecida en la segunda mitad de 2011, en la que los bancos apenas se dejaron ver en este segmento.

¿La razón? La intensificación de la crisis de la deuda soberana en la eurozona, en la que España contó con un papel protagonista.

Para reabrir el mercado, las entidades tendrán a favor el voto de confianza que los inversores han depositado en el último mes y medio, periodo en el que la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años se ha moderado del 6,7% al 5,1%.

En paralelo, y de forma clave para permitir el retorno de las emisiones, este retroceso ha propiciado que la prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se haya relajado en el mismo periodo de los 500 a los 330 puntos básicos. Un nivel más asequible a la hora de plantearse buscar financiación en los mercados.

Sin competencia del Tesoro

Para saber si la historia se repite en 2012, todos los ojos se centran en las dos entidades que suelen inaugurar el año emisor.

En los últimos ejercicios, el gatillo más rápido ha sido el de BBVA, puesto que fue el primero en disparar en 2009 y en 2011 y empató con el Santander, el otro banco que suele salir al mercado a las primeras de cambio, en 2010. En todos los casos lo hicieron con celeridad: en 2011, el 4 de enero -el segundo día hábil del año- y en 2010, el 5 de enero -que también fue la segunda jornada laboral de ese año-.

En 2009 la primera emisión se hizo esperar algo más, hasta el 9 de enero, pero es que el contexto era sumamente complejo, puesto que el mercado aún estaba intentando recuperarse del colapso provocado por la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.

"Si el mercado está receptivo, los encargados de abrirlo serán BBVA y el Santander, todos estarán pendientes de sus sus pasos", asegura un operador de una entidad española.

Para los expertos, la reapertura del mercado sería clave por varios motivos. El primero, transmitir una impresión de normalización, y es que enero suele ser un mes muy activo en este segmento. Y el segundo, generar la sensación de que el mercado está abierto para los bancos españoles, con lo que los pasos de BBVA y el Santander podrían marcar el camino para otras entidades.

En este sentido, resultará clave comprobar la demanda con la que cuentan sus colocaciones y, sobre todo, la prima que tienen que pagar para financiarse en los mercados. En última instancia, los expertos subrayan que esas emisiones también supondrían un espaldarazo para el conjunto de los intereses españoles, con que adquirirían igualmente unas connotaciones patrióticas.

Al mismo tiempo, los bancos podrían salir al mercado aprovechando que, durante unos días, no competirán con el Tesoro Público. El organismo encargado de emitir la deuda pública  no saldrá al mercado hasta el 12 de enero, cuando colocará bonos a tres años.

El matiz del BCE

Sin embargo, hay otros factores que podrían invitar a que los bancos se lo pensaran dos veces antes de acudir al mercado. Entre ellos, está el elemento disuasorio que puede introducir la histórica operación que el Banco Central Europeo (BCE) ejecutó el 21 de diciembre, cuando suministró a los bancos 489.200 millones euros en préstamos a tres años.

Con las espaldas más cubiertas gracias a esta inyección, con la que las entidades podrán afrontar buena parte de sus vencimientos de deuda, los bancos podrían optar por esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos en el arranque de 2012 antes de emitir deuda.

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