El Tesoro italiano ha conseguido colocar en la subasta de hoy deuda por un total de 10.733 millones de euros. Por una parte, adjudicó letras a seis meses por 9.000 millones de euros, el máximo previsto. En este tramo el rendimiento medio fue del 3,251%, lo que supone un descenso del 50% con respecto al 6,504% que pagó en la anterior emisión similar del 25 de noviembre.
Además, ha colocado otros 1.733 millones de euros en bonos a dos años, una cifra que se sitúa por debajo del máximo que esperaba captar, que eran 2.500 millones. Sin embargo, el interés para estos papeles también se ha reducido con fuerza, en concreto un 38%, al bajar al 4,853% desde el 7,814% anterior.
La demanda repuntó en ambos casos. Así, para las letras a seis meses se registró un ratio de cobertura de 1,67 veces desde las 1,47 de noviembre, mientras que en los bonos a dos años fue de 2,24, frente a las 1,59 veces del mes anterior.
El resultado de la subasta de hoy abre una puerta a la esperanza de cara a la nueva reválida que tendrá lugar mañana. El Tesoro italiano intentará conseguir 1.000 millones en bonos a siete años, 3.000 millones en bonos a tres años, 2.500 millones en obligaciones con vencimiento en 2022 y 2.000 millones más en títulos a 10 años.
Cae la prima de riesgo
Tras la subasta, el diferencial de los bonos italianos a diez años con el bono germano -se emplea de referencia por ser considerado un activo más seguro-bajaba hasta los 482 puntos básicos, desde los 507 de ayer, con la rentabilidad cayendo al 6,6%.
Mientras, la presión en España también disminuye y sigue bastante alejada de la italiana. En concreto, a los bonos españole se les pide un rendimiento del 5%, mientras que la prima de riesgo se reduce a 316 puntos básicos desde los 341 a los que cerró ayer.
Italia reta al mercado con una nueva emisión
