Bolsa, mercados y cotizaciones

Italia reta al mercado con una emisión de 20.000 millones para despedir 2011

Fin de año. Momento de hacer balance. Aunque no todos pueden por ahora, porque aún tienen trabajo por delante. Es el caso de Italia, que en la última semana del ejercicio se enfrenta al más difícil todavía, puesto que en poco más de 24 horas, las que transcurrirán entre la mañana del 28 y del 29 de diciembre, intentará captar hasta 20.000 millones de euros en los mercados financieros mediante la emisión de seis tipos de títulos diferentes.

En concreto, Italia se ha propuesto obtener el miércoles 9.000 millones de euros en letras a seis meses y otros 2.500 millones en bonos a dos años; el jueves intentará conseguir 1.000 millones en bonos a siete años, 3.000 millones en bonos a tres años, 2.500 millones en obligaciones con vencimiento en 2022 y 2.000 millones más en títulos a 10 años. En total, 20.000 millones de euros, una cifra que equivale aproximadamente al 1,2% de la riqueza que produce el país en todo un año.

Ambiente hostil

El Tesoro italiano encarará esta reválida en medio de un ambiente hostil. Los inversores vuelven a exigir casi un 7% a sus bonos a 10 años -un 6,98%, para ser exactos-. A su vez, este rendimiento sitúa su prima de riesgo, medida por la diferencia entre ese interés y el que el mercado pide al país más fiable, Alemania, por sus títulos a 10 años, hasta los 502 puntos básicos -ó 5,02 puntos porcentuales-. Se acerca así a los 552 puntos básicos a los que llegó a repuntar a mediados de noviembre, cuando la tensión en torno al país transalpino y España alcanzó su máxima temperatura, y se aleja de los 371 puntos básicos a los que se moderó a comienzos de diciembre.

Si estos datos ya demuestran que los recelos en torno a la posición de Italia no han remitido, hay otro que abunda en esa realidad. Consiste en la brecha que se ha abierto entre España e Italia en los mercados. A diferencia del casi 7% al que se encuentra el rendimiento de los títulos transalpinos a 10 años, a los españoles sólo se les pide un 5,38%, con lo que la diferencia entre ambos asciende a los 160 puntos básicos, una distancia histórica que contrasta con los 80 puntos básicos de más que pagaba la deuda española con respecto a la italiana en junio de este mismo año.

Exigencia continua

Varias claves laten tras la distancia abierta entre la situación española y la italiana. Por un lado, mientras que los inversores le han dado un voto de confianza al Ejecutivo español a la espera de que adopte las primeras medidas económicas de calado, la tregua otorgada por el mercado al Gobierno de Mario Monti ya ha terminado. "El efecto Monti se ha puesto en precio y creo que hay mucho margen para la decepción en 2012", advierte Lex Van Dam, de Hampstead Capital, en declaraciones a la agencia Bloomberg.

En segundo lugar, también preocupa la carga financiera que soportan las arcas públicas italianas. En total, la deuda pública equivale al 120% de su Producto Interior Bruto (PIB), mientras que en el caso español, pese a que casi se ha duplicado en los cuatro últimos años, aún es inferior al 70%. Como consecuencia de este lastre, el país afrontará un exigente calendario de vencimientos en 2012. En el conjunto del ejercicio, deberá devolver 320.000 millones, un volumen próximo al 20% de su PIB. Aunque España también verá examinada su credibilidad durante el próximo año, el nivel de exigencia es menor: afronta unos vencimientos por valor de 125.000 millones de euros -145.000 millones si se incluyen los del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob)-, es decir, algo menos del 13% del PIB.

Además, el calendario concede un mayor respiro a España. Aunque los vencimientos españoles se concentran en cuatro meses (febrero, abril, julio y octubre), se encuentran separados en el tiempo. Por el contrario, los meses más exigentes para Italia son consecutivos (febrero, marzo y abril), con lo que el primer cuatrimestre de 2012 resultará clave para calibrar la verdadera confianza que inspira la deuda transalpina entre los inversores.

Para reemplazar esa deuda y seguir obteniendo financiación para las arcas públicas, el Tesoro italiano podría emitir alrededor de 450.000 millones de euros en deuda pública a lo largo de 2012, una desafío titánico a los intereses actuales. "Para superar la crisis de deuda, es vital que cualquiera vea nuestra deuda con confianza. Es esencial que los italianos compren deuda pública, cuyos rendimientos son muy altos. Debemos confiar en nosotros mismos", reclamó el primer ministro, Mario Monti, consciente del reto al que se enfrenta Italia durante el próximo año.

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