
Fueron los productos de moda en 2009 y ahora la moda es deshacerse de ellos. Banco Santander y Banco Sabadell se han unido a BBVA y han anunciado dos ampliaciones de capital, del 4 y el 24 por ciento, respectivamente, con el objetivo de elevar sus ratios de capital.
Y el vehículo elegido ha sido el mismo: ofrecer un canje de participaciones preferentes, emisiones que suponen deuda perpetua y que carecen de liquidez, por acciones. Y todo apunta a que no serán los últimos en hacerlo. "Pueden marcar tendencia, porque hasta ahora las preferentes se consideraban como core capital y ahora no es así. El hecho de que ahora se vean obligados a reforzar sus fondos propios les llevará a recurrir a ello", afirma Susana Felpeto, analista de Atlas Capital.
Opciones hay unas cuantas. Según los datos de AIAF, en la actualidad hay en el mercado 26 emisiones de participaciones preferentes de entidades cotizadas, que se integran o que son matrices de grupos que cotizan en bolsa, que en total suman 9.716 millones de euros - La Caixa y Caja Madrid son las que acumulan las mayores emisiones- y es de esperar que parte de este monto acabe convirtiéndose en ampliaciones de capital para conseguir el objetivo de alcanzar un ratio sobre recursos propios del 9 por ciento antes de junio de 2012, como pide la UE.
Una exigencia que, por otra parte, ya cumplen bancos como BBVA, el Popular o el Santander, aunque no hay que olvidar que, según la Asociación Bancaria Europea (EBA) las necesidades de capital de la banca española sistémica superan los 26.000 millones.
Ganan los bancos....
Pero, ¿por qué las participaciones preferentes pueden convertirse en el camino hacia la recapitalización? Una de ellas es que, al concentrarse la oferta de canje sólo en sus clientes de preferentes, los bancos consiguen evitar acudir al mercado primario para financiarse o recurrir a la venta de parte de sus activos estratégicos. "Hoy en día realizar ampliaciones de capital acudiendo al mercado puede ser muy complicado", afirma Felpeto. Por no mencionar que una ampliación de capital, en cualquiera de sus variantes, no suele estar demasiado bien valorada por los accionistas, ya que diluye sus participaciones en la entidad.
Es decir, los accionistas son a priori los grandes perdedores de las necesidades de capital de la banca, porque cae el beneficio que reciben por cada acción. Sin embargo, José Ramón Ituarriaga, gestor de Abante, considera que "tener más capital es siempre bueno y da igual que sea dilutiva, porque nadie está mirando ahora el beneficio por acción".
Y en el lado contrario están los tenedores de preferentes, a los las ofertas de canje del Santander, Sabadell y BBVA, según los expertos, les beneficia sobremanera.
... y algunos inversores
"El problema de las participaciones preferentes es que son poco líquidas, sobre todo en el contexto actual. Los bancos han perdido ya el interés por incentivarlas y las rentabilidades que ofrecen ya no son tan altas comparativamente como lo eran antes", afirma José Ramón Iturriaga.
Sobre todo, teniendo en cuenta que la fuerte caída de las cotizaciones de la banca como consecuencia de la crisis ha dejado a muchos bancos con rentabilidades por dividendo muy superiores a los cupones que les estaban ofreciendo esas mismas entidades por comprar preferentes. Y eso en el caso de que finalmente los bancos abonaran esos cupones, ya que, como recuerda Felpeto, "el pago de cupones estaba sujeto en muchos casos a la obtención de beneficios, por lo que ahora el pago ya no sería tan seguro".
Con el canje a acciones, los inversores ganan en liquidez, cambian los cupones por los dividendos -de media la gran banca es- pañola ofrece rentabilidades del 5,9%- y se convierten en accionistas. Y en la mayoría de los casos, a precios históricamente bajos.
"Hay que ver el precio de conversión que ofrecen las entidades, pero lo normal es que si se tranquiliza el mercado, las cotizaciones futuras sean mejores que las actuales", afirma Felpeto. De hecho, los analistas que recoge Factset otorgan un potencial medio del 11,07% a las entidades españolas a doce meses.