El contexto no ayudó y, aunque se consiguió el objetivo de financiación, la emisión se encareció después de cuatro subastas sin sobrecoste. El recorte de rating de S&P a Italia pudo traer un fracaso aún mayor para la subasta de letras a 12 y 18 meses que lanzó ayer el Tesoro español.
Finalmente, el organismo logró captar 4.457 millones de euros, prácticamente el máximo de lo que tenía previsto -la horquilla estaba entre los 3.500 y los 4.500 millones-. La emisión se repartió en 3.587 millones en activos a un año y 870 millones en títulos a 18 meses.
Pero los costes de financiación se elevaron respecto a las últimas subastas de este tipo. Por la deuda a 12 meses el Tesoro pagó un 3,591 por ciento, frente al interés del 3,335 al que se enfrentó en agosto. Los inversores también exigieron más rendimiento por los títulos a 18 meses. El coste para las letras de este vencimiento se incrementó hasta el 3,807 por ciento, desde el 3,592 de la subasta anterior.
No pudo ser la quinta emisión consecutiva en la que el coste para financiarse en los mercados bajaba. Se rompió la buena racha. Aunque de nuevo no tuvo problema para asegurarse el éxito en la demanda. La colocación estuvo bien respaldada para los dos activos que subastó. Las peticiones de letras a un año superaron en 2,78 veces la oferta y las de títulos con vencimiento en febrero de 2013 también quedó resuelta con una sobredemanda de 2,74 veces.
La próxima cita con los mercados no queda muy lejos para el Tesoro. El martes está prevista una emisión de letras a 3 y 6 meses.