El gurú de las materia primas Jim Rogers ha comentado la decisión tomada ayer por el banco central de Suiza (SNB, por sus siglas en inglés) de marcar un suelo de 1,2 francos suizos para el cambio con el euro en un intento por frenar la apreciación de su divisa. En su opinión, la institución financiera ha cometido "un gran error", ya que "van sufrir más de todos modos".
"Funcionará durante un tiempo, pero al final el mercado tendrá más dinero que el SNB", afirma el inversor, por lo que el banco central se arriesga a perder "un montón de dinero comprando montones de monedas extranjeras que probablemente venderá con pérdidas".
Además, asegura Rogers, conlleva otro riesgo: "Degradará por completo el franco suizo intentando mantener una Suiza competitiva, lo que destruirá la tradicional industria financiera suiza".
Hace poco más de un año, la institución central anunciaba unas pérdidas de 2.776 millones de francos suizos (2.057 millones de euros) entre enero y agosto. Según explicaba en su comunicado, este déficit se debía a su intervención durante la pasada primavera para atenuar la apreciación del franco suizo frente a la divisa única europea, que le conllevó una pérdida de 14.300 millones de francos (10.600 millones de euros).
Reacción positiva en el mercado
Sin embargo, la realidad hoy es que el mercado ha dado la bienvenida a la decisión. El indice SPI de la bolsa suiza se anota subidas, que han llegado a superar el 4%. Según datos recientes de la asociación industrial Economiesuisse, la fortaleza del franco amenazaba hasta 25.000 empleos de empresas exportadoras.
Ayer, la divisa helvética cayó más del 8% y llegó a cambiarse a 1,204 euros, cerca del mínimo fijado por el SNB. Hace 10 meses, en noviembre de 2010, el euro se cambiaba a 1,37 francos suizos, pero el estatus de activo refugio de la moneda suiza ha cobrado atrae a los inversores y ambas divisas rozaron la paridad a mediados de agosto.
El 9 de agosto, el euro casi alcanzó la paridad con el franco, cambiándose al cierre del mercado a 1,0201 francos, lo que hasta ahora constituye el máximo histórico para la divisa suiza.
Suiza controla su divisa 'a cañonazos'
