Bolsa, mercados y cotizaciones

"Da igual que Santander y BBVA estén a 4 euros, el inversor tiene pánico"

Ni la rentabilidad por dividendo, ni caídas de precios que representan auténticas gangas, ni una mejora sustancial de los diferenciales de la deuda. La renta variable es considerada actualmente de "alto riesgo" y las decisiones de gestores y operadores tienen más presente el miedo instalado en un mercado extremadamente volátil que los fundamentales.

En gran parte de los casos, la seguridad está por encima de la rentabilidad. Los valores menos expuestos a los ciclos económicos podrían ser los más beneficiados de la actual situación por su carácter anticíclico más que por las caídas, mientras que los más agresivos apuestan precisamente por los valores cíclicos al considerar que el mercado ha contemplado escenarios excesivamente pesimistas.

"Es cierto que hay auténticas gangas y empresas que simplemente en rentabilidad por dividendo son una inversión muy atractiva, pero ahora esa no es la cuestión, lo primordial para muchos es la seguridad, aún a costa de perder oportunidades de ganancia que, obviamente existen", reconoce un gestor de fondos. "Estos días hemos vivido en nuestras carnes la irracionalidad de los mercados y una volatilidad intradía que dibuja un perfil de riesgo enorme", añade.

Vuelan 59.000 millones del Ibex 35

Con datos de la media sesión de hoy martes, el Ibex 35 ha perdido más de 59.000 millones de euros de capitalización en lo que va de agosto en unas sesiones con extrema volatilidad, con variaciones en el índice, por ejemplo en la sesión del martes, de más de 550 puntos.

Obviamente las fuertes caídas -diez valores han perdido más de un 20% en siete sesiones- dibujan en apariencia un panorama teóricamente alentador para los valientes, pero la aversión al riesgo es enorme.

"Ahora los fundamentales no están cotizando, lo único que está mirando el mercado es el entorno macro, el temor a que Estados Unidos vuelva a la recesión y detrás el resto del mundo, incluidos los mercados emergente", comenta Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

"Te da igual tener a Santander y BBVA a 6 ó a 4 euros, la gente va a seguir sin interés por entrar por mucha ganga que sea, porque el mercado está moviéndose por una sensación de pánico", sentenció.

Hay quien ve una oportunidad

Con rumores de intervención en los mercados de deuda pública, el diferencial hispano-alemán ha mostrado un fuerte descenso desde el lunes, situándose en la zona de los 270 puntos básicos, desde los más de 400 de la semana anterior. La recuperación de la prima de riesgo ha mostrado un claro desajuste con la renta variable, que sigue sometida a fuerte presión.

A la vista de estos datos, algunos analistas sí consideran que es un momento óptimo para tomar posiciones. Para Javier Barrio, analista de BPI, el mercado "ha sobrerreacionado y ésta es una gran oportunidad de compra para la renta variable".

"Con todas las materias primas, el petróleo y todos sus sectores relacionados desplomándose ante un escenario extremadamente negativo, yo tomaría posiciones en industriales o cíclicas", explicó al considerar que los riesgos asumidos por los precios son excesivos.

Flemming Barton, analista de renta variable de CM Capital Markets en Madrid, reconoce que hay "algunos compradores por caza de gangas, tanto hoy como ayer, pero también mucho cierre de posiciones cortas".

Barton también explica que las oportunidades de compra pueden no ser tales ante las perspectivas de recesión global. "Se podría argumentar que Santander, Popular, Telefónica, Repsol, etc. están a precio de saldo, pero puede que no sea el caso si se ven obligados a recortar los dividendos, una posibilidad muy real en vista del complicado panorama económico en todo el mundo y en particular en España", dijo.

No hay rotación de capital

Algunos operadores explicaron que el dinero no está mostrando movimientos de rotación hacia sectores más protegidos ante las perspectivas de crecimiento, mientras que sí se ven trasvases de liquidez hacia activos alternativos como el oro, el franco suizo o, incluso, algunos de escasa rentabilidad como los bonos del Tesoro estadounidense.

"Ahora mismo, los grandes gestores están deshaciéndose de activos de riesgo, en especial de aquellos ligados al crecimiento económico y los consumos cíclicos", señala Alberto Castillo, analista de Capital Bolsa. "Por ejemplo, las automotrices, que se estaban beneficiando del crecimiento en las economías emergentes, están viéndose afectadas por la ralentización de la economía mundial".

"En ningún momento vemos rotación entre acciones sectoriales; aunque creo que en las próximas semanas los grandes ganadores serán las defensivas como consumo básico, tabaco, telecos y farmacéuticas", añadió.

Castillo coincidió con otros analistas al señalar que la rotación se está yendo fundamentalmente a bonos estadounidenses, franco suizo, yen y oro.

"Pese a la rebaja del rating en Estados Unidos, son precisamente los treasuries algunos de los activos más beneficiados de la aversión al riesgo", explicó un operador.

Los refugios triunfan

El oro tocaba un nuevo récord hoy, con un alza del 2% a 1.752 dólares por onza, mientras en el mercado de divisas el dólar perdía un 1,7% frente al franco suizo, que tocaba un nuevo récord, y el yen se acercaba también a sus máximos históricos frente al billete verde.

La huida hacia activos refugio beneficiaba a los títulos del Tesoro estadounidense o Treasuries, que fueron objeto del recorte de calificación a la deuda estadounidense que aplicó la agencia S&P y ha sido en gran parte responsable del reciente pánico en los mercados.

"La clave no es si las acciones tienen precios atractivos que podrían tenerlos efectivamente, lo relevante es que el inversor ya no busca rentabilidades, si no que evita perder dinero", dijo un trader de un banco español. "De ahí la huida hacia deuda americana, el bono a 2 años americano paga un 0,22%, pero el target ya no es un yield o un precio atractivo de una acción, es básicamente un tema de preservar capital e ignorar un posible rebote".

Entre los principales focos de preocupación de los inversores, además de los síntomas recesivos, las tensiones con la deuda pública y los objetivos fiscales de los países periféricos, una posible rebaja del rating de Francia o nuevos castigos a la nota estadounidense figuran en un lugar destacado.

"Las rentabilidades importan poco o nada", dijo el trader. "La cuestión es que pueden llegar anuncios que tengan efectos demoledores si a Francia le bajan el rating será el inicio de una continuada bajada de ratings de bancos europeos e incluso hay gente que ya pondrá en duda la credibilidad de los propios fondos de rescate".

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