
El franco suizo, el oro o el bono alemán no son los únicos activos que están sirviendo de refugio a los inversores ante la virulenta crisis de la deuda europea y los decepcionantes dato macroeconómicos que se conocen al otro lado del Atlántico. También los hedge funds han conseguido recuperar el brío perdido, principalmente tras la quiebra de Lehman Brothers y el fraude perpetrado por Bernard Madoff, y recuperar parte de su clientela, y sobre todo de su capital perdido en estos últimos años.
Según los datos publicados por la plataforma Hedge Fund Research, los fondos de inversión libre cerraron el segundo trimestre del año con suscripciones netas por valor de 30.000 millones de dólares (21.100 millones de euros). Esta cifra, unida a los 32.000 millones de dólares que consiguieron captar de enero a marzo, convierte al primer semestre de 2011 en el mejor desde el segundo de 2007.
Un año en el que la industria estaba en pleno boom y ni siquiera contemplaba que unos cuantos impagos de hipotecas -luego se descubrió que eran bastantes más que unos cuantos- acabasen provocando una crisis financiera sin precedentes en la que se señaló, entre otros, a los hedge funds como claros culpables.
Además, a diferencia de anteriores ocasiones, no han sido sólo unos pocos los que se han quedado con la mayor parte de las entradas de dinero. Las suscripciones han estado de lo más repartidas. Así, el 66% del dinero nuevo que ha recibido la industria ha ido a parar a firmas de gestión con un patrimonio superior a los 5.000 millones de dólares (3.500 millones de euros), pero el 40% se ha quedado en grupos menos conocidos aunque con cada vez más fondos, ya que en el primer trimestre del año se lanzaron 300 nuevos productos.
Que el dinero haya retornado a la industria de la inversión libre -ha vuelto a registrar máximos históricos en lo que a activos bajo gestión se refiere tras superar los 2 billones de dólares (1,4 billones de euros)- responde principalmente a dos cosas.
Por un lado demuestra que la memoria, también la del inversor, es selectiva, ya que los hedge funds fueron durante mucho tiempo los malos de la película de la recesión. Y por otro, pone de manifiesto que ante la crisis de la deuda, que afecta muy negativamente al mercado de renta fija pero también al de renta variable, los inversores siguen buscando alternativas que les permitan, sino aumentar su patrimonio, sí preservarlo. Y al fin y al cabo, el objetivo que siempre promulgan los hedge funds es el de ganar dinero en cualquier contexto de mercado.
Tampoco son tan rentables
Pero, ¿realmente lo consiguen? Depende de la estrategia. De las 47 que contempla la plataforma especializada HFN, sólo 21 consiguen aguantar este año en positivo.
Y destacan a este respecto las ligadas a sectores bursátiles históricamente defensivos como el de salud o fondos que han aprovechado la depresión de algunos activos de deuda para tomar posiciones (estrategias distressed). En la otra cara de la moneda, los hedge funds que invierten en mercados como India o el Norte de África.