Bolsa, mercados y cotizaciones

Trichet dispara el 'chupinazo' de otra subida de los intereses

Ayer fue el chupinazo en Pamplona. Y hoy es San Fermín. Pero el Banco Central Europeo (BCE) no está para fiestas. A su juicio, las expectativas de inflación corren el riesgo de situarse por encima de lo deseable en la zona euro. Por eso, se espera que aumente hoy el precio oficial del dinero, por segunda vez en 2011, hasta el 1,50%. No hay dudas al respecto. 

Si no los incrementa, la sorpresa sería mayúscula. Un ejemplo: los 55 expertos consultados por la agencia financiera Bloomberg esperan ese incremento.

Este convencimiento responde a que Trichet prendió la mecha de la subida en la reunión del 9 de junio al afirmar que el BCE iba a ejercer "una fuerte vigilancia" sobre los precios, un mensaje que se ha encargado de repetir, para que no hubiera dudas, en las semanas posteriores. Y el mercado, que ya conoce de sobra la dialéctica del banquero galo, es consciente de que cuando pronuncia taxativamente esas palabras, está anticipando un repunte de los tipos en la reunión inmediatamente posterior, que es la que tiene lugar hoy.

La institución monetaria mantiene esa inquietud por la evolución que viene mostrando la inflación desde finales de 2010. Los precios acumulan siete meses por encima del 2% en la zona euro -en junio, y según los datos provisionales, se situó en el 2,7%-, con lo que amenazan con generar la sensación de que el BCE está fracasando en su intento de mantener la inflación por debajo, pero cerca, del 2% a medio plazo.

Cada tres meses

Pero la institución no está dispuesta a que se pongan en duda sus credenciales antiinflacionistas. No lo estuvo en abril, no lo estará hoy y, según la mayor parte de los pronósticos, no lo estará en los próximos meses. Por el momento, las previsiones contemplan que el BCE elevará los tipos un cuarto de punto cada tres meses. Esta cadencia fecharía el siguiente incremento en octubre. Si estos cálculos se encuentran en lo cierto, el precio del dinero despediría el año en el 1,75%.

En esta hoja de ruta, Trichet evitará pronunciar hoy las palabras mágicas. En vez de "fuerte vigilancia", se espera que aluda a que la entidad "analizará muy de cerca" la marcha de la inflación. Es decir, el salvoconducto con el que manifiesta que seguirá con atención la evolución de los precios, pero sin que esa actitud se traduzca en otro aumento de los intereses en la cita del 4 de agosto.

El trasfondo periférico

Aunque Trichet y los restantes integrantes del BCE enarbolan la bandera de la estabilidad de los precios para justificar la subida de los tipos, su argumentación no se libra de la polémica porque tanto la decisión adoptada en abril como la que presumiblemente tomará hoy se producen en medio de una crisis, la de la deuda periférica, que amenaza con resquebrajar la Europa del euro. Y en este contexto, unos tipos oficiales más altos no representan, precisamente, una ayuda para los países afectados.

"El aumento de los intereses será un golpe suplementario para los países periféricos de la eurozona en su lucha contra los altos costes por endeudarse y su intento de implementar mayor austeridad fiscal", avisan desde Royal Bank of Scotland (RBS). En la misma línea, pero con una dureza aún mayor, se expresan desde SaxoBank. "El BCE, con sus subidas de tipos, está haciendo todo lo que puede para amargar la vida a las economías periféricas, lo que solo prolongará la angustia mientras no se les permita a los países reestructurar su deuda", sostienen.

Las dudas van incluso más allá, puesto que la recuperación de la eurozona, al igual que la de Estados Unidos, también está enviando muestras de estar ralentizándose. "Pensamos que ahora no es el momento de subir los tipos de interés. Los datos de actividad económica del segundo trimestre han reflejado un claro descenso con respecto a los del primero", advierten en este sentido Marie Diron, economista del Ernst & Young Eurozone Forecast.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky