Bolsa, mercados y cotizaciones

Ajustarse el cinturón: los estadounidenses rebajan sus expectativas del dinero que van a ganar

  • Y el deterioro del empleo amenaza todavía más la confianza del consumidor
  • El pesimismo sobre los salarios está en máximos de más de 20 años

Agobiados por unos salarios estancados y unos precios al alza, los consumidores estadounidenses creen que las probabilidades de traer más dinero a casa en el próximo año son las más bajas de los últimos 25 años, según un análisis de Goldman Sachs.

El economista de Goldman Jan Hatzius toma los datos de la encuesta de la Universidad de Michigan y Thomson Reuters, que pregunta a los consumidores si creen que sus ingresos familiares crecerán más que la inflación en los próximos 12 meses. Hatzius aplica una media móvil de seis meses para suavizar los datos y encuentra que el pesimismo sobre los salarios está en su máximo de más de dos décadas.

"Los hogares ya son muy pesimistas sobre el crecimiento futuro de sus ingresos reales", escribe a los clientes del banco de inversión. "Y una ralentización del empleo seguramente se traducirá en un mayor deterioro (esperado y real) de ese crecimiento de los ingresos. Eso elevaría los riesgos a la baja de nuestra actual previsión de que el consumo real crecerá entre el 2,5% y el 3% en el próximo año y obligaría a otra revisión a la baja de nuestro pronóstico para el PIB de EEUU en 2011 y 2012".

Los salarios reales por hora han caído el 2,1% en tasa interanual en los últimos seis meses, una tasa de caída que no se veía en 20 años, según Goldman. Este análisis está respaldado por la otra encuesta más conocida de la Conference Board, que esta semana indicaba que el porcentaje de consumidores que espera que sus ingresos crezcan estaba por debajo del 15% en mayo.

"Me preocupa mucho más que la recuperación del segundo semestre que esperamos todos nunca se produzca y que para 2012 volvamos a la recesión", afirma Joe Terranova, estratega jefe de Virtus Investment Partners.

De hecho, los economistas han rebajado sus estimaciones para el dato de paro que conoceremos hoy porque los últimos datos económicos apuntan claramente a una ralentización. Y eso está perjudicando a las bolsas y beneficiando a los bonos en las últimas sesiones.

Estas expectativas de ingresos tan bajas hacen que las expectativas del mercado laboral sean mucho más importantes. Las encuestas citadas muestran que los consumidores no son tan pesimistas sobre la creación de empleo, pero una vez que el optimismo en la cuestión laboral se desvanezca, no habrá soporte para la confianza del consumidor.

Una típica pauta de recuperación empieza con un suelo de la bolsa, entonces la economía también hace suelo y comienza la contratación y el crecimiento de salarios. Lo que es excepcional y asusta en la recuperación actual es que esa última fase no ha llegado. En la recesión de 2001, el país perdió el 2% del empleo desde el máximo de empleo y entonces los recuperó en un ciclo de 48 meses. En 1990, los empleos perdidos en la recesión se recuperaron en 30 meses.

Pero ahora, 38 meses después del máximo del empleo durante el boom inmobiliario, todavía hay un 6% menos de puestos de trabajo. Y recuperar ese empleo en menos de 10 meses no tiene precedentes, si es que no es imposible.

"La salida de este bache económico va a ser larga y lenta", opina Patty Edwards, jefa de inversiones en Trutina Financial. "Aunque tengan trabajo, muchos consumidores no ganan lo mismo que hace dos años, porque están en puestos peor pagados o porque no hacen las mismas horas".

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