Bolsa, mercados y cotizaciones

La estupidez de la esperanza: Grecia sigue abocada al default

  • Los mercados suben ignorando que la reestructuración es inevitable

Teniendo en cuenta que las palabras esperanza y Grecia no deben usarse nunca en la misma frase, aquí puede haber una excepción: 'Esperemos' que los mercados no estén subiendo por la 'esperanza' por 'Grecia'.

La esperanza, aparentemente, es eterna, y parece como si, a pesar de todas las pruebas en contra, todavía hay gente ahí fuera con dinero para gastar que cree que Grecia puede ser rescatada de su aparentemente intratable posición fiscal.

¿Cómo si no podemos explicar la subida del lunes en el euro y la caída del dólar, que había estado subiendo sobre la base de las esperanzas bien fundadas en que la periferia de Europa estaba cayendo cada vez más en el abismo y lista para explotar?

La irracionalidad llega de muchas formas, podemos concluir. La última de estas formas son ciertos rumores con poca base de que Alemania puede estar suavizando su actitud hacia un rescate de Grecia y está dispuesta a relajar sus demandas de que el país acelere su, al final inevitable, reestructuración de la deuda.

A pesar de las pruebas irrefutables de que Alemania no está en una posición política de volverse de repente benevolente hacia su hermana manirrota del Sur, el rally estaba en marcha. La Bolsa de Nueva York subió, el dólar cayó frente al euro, y de nuevo todo estaba bien en el mundo.

Sentenciada al default

"No debemos andarnos con rodeos: estamos alucinados, sorprendidos, divertidos, perplejos y desalentados por que el euro haya subido con esta noticia. No tiene ningún sentido ver al euro subir sobre la base de este tipo de rumores", se indignaba ayer Dennis Gartmen, autor de The Gartman Letter. "A veces, como los recuerda Keynes, los mercados pueden mantenerse irracionales mucho más de lo que podemos mantenernos solventes. Es uno de esos momentos", señala.

Este comportamiento del mercado muestra que hay mucha gente que no lo ha pillado todavía: la deuda griega será reestructurada, sentencia Jeff Cox, comentarista de CNBC.com. Es una elección entre págame ahora o págame luego, que sólo causará más daño cuanto más se retrase, añade.

Entre otros obstáculos, los alemanes no permitirán que su propia prudencia fiscal se venga abajo por la alucinante irresponsabilidad griega. Y los griegos seguirán llenando las calles para protestas si sus líderes tratan de cumplir las demandas de austeridad del FMI y la UE.

Además, Grecia es incapaz de salir de esta situación por sus medios, y el Tratado de Maastricht le impide hacerlo mediante la devaluación o la creación de inflación. Cox cree que Gartman tiene razón cuando dice que "el peligro de una futura reestructuración de la deuda griega no ha pasado".

"Hemos dado una buena patada a seguir a la lata y hemos aplazado el problema un día, o dos, o una semana, pero el problema sigue existiendo", escribe. "Como una aspirina aplicada a una muela enferma, el dolor se ha aliviado, pero la enfermedad sigue existiendo y el dolor volverá más tarde, y casi seguramente será peor, no mejor".

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