Bolsa, mercados y cotizaciones

FCC, otra constructora más que se le abre el mercado de deuda

Los mercados sacan a las constructoras de las listas negras de deuda. FCC ha sido la última en ponerlo de manifiesto, ya que ha manifestado que propondrá a sus accionistas en la Junta General Ordinaria de principios de junio elevar hasta 1.500 millones de euros el importe máximo autorizado para las emisiones.

"El dinero no es problema para comprar, los bancos nos dan todo el crédito que necesitamos". Mucho ha llovido desde que Luis del Rivero, presidente de Sacyr Vallehermoso, hiciera estas afirmaciones en 2006 a elEconomista. La crisis ha transformado el panorama financiero y ha obligado a las constructoras a diversificarsus fuentes de financiación para depender menos de los bancos, que siguen muy exigentes y restrictivos. El crédito fácil ha terminado, "ya no es normal conseguir préstamos bancarios a 20 años", sentenció el viernes Íñigo Meirás, consejero delegado de Ferrovial, el mismo día que anunció que su grupo contempla emitir bonos corporativos por primera vez en su historia.

Las compañías de infraestructuras han superado el me pesa España y han encontrado una ventana de liquidez, como demuestran las recientes emisiones de convertibles de Sacyr y de bonos simples de OHL por 655 millones y el anuncio de la próxima colocación de Ferrovial. El mercado se ha abierto a un sector que ha lastrado la economía española coincidiendo con la buena percepción del riesgo país (la prima de riesgo se ha reducido a 191 puntos básicos). Una excepción al desolador panorama de la financiación fue la emisión, en 2009, de 450 millones en bonos convertibles por parte de FCC. Operación que supuso un hito, ya que se anunció cuando el parqué estaba cerrado para la deuda corporativa y más para un representante de uno de los sectores malditos para los inversores extranjeros.

Varias emisiones y casi año y medio después, la situación se ha dado la vuelta. "Hay hambre de deuda corporativa", aseguran desde Renta 4. "Los bonos de las compañías son una de las alternativas más interesantes que hay ahora en el mercado. Los depósitos ofrecen muy poca rentabilidad y la banca privada y los inversores cualificados miran con buenos ojos estos bonos", explican fuentes del mercado consultadas por este diario. El ánimo de la bolsa, la alta rentabilidad que ofrecen las constructoras españolas y las buenas perspectivas de generación de resultados y flujo de caja están detrás del éxito de las emisiones y ampliaciones de capital lanzadas por constructoras como OHL que tienen un componente de efecto llamada que anima a las demás.

Buscando en el mercado

La compañía que preside Juan Miguel Villar Mir es de las pocas que tiene tradición en la emisión de deuda y, a diferencia de Sacyr o FCC, tiene rating (Ferrovial está a la espera de que le concedan una nota crediticia de grado de inversión por su buena gestión de la deuda con cargo a la matriz). El mes pasado, OHL completó una emisión de bonos simples por 425 millones de euros para inversores institucionales extranjeros. Se trata de la tercera emisión después de la lanzada al mercado en el ejercicio 2007 y en abril de 2010, ambas por valor de 700 millones. Eso sí, tuvo que pagar un interés del 7,37% a cinco años. A su vez, en diciembre de 2009 cerró una ampliación de capital por 200 millones de euros.

Sacyr despidió 2010 con una ampliación de capital por 401 millones para reforzar los recursos propios y atender inversiones, y repitió la operación a finales de febrero. Ahora, el grupo presidido por Del Rivero tampoco ha vuelto a recurrir al mercado para financiarse. Sacyr realizó en marzo una emisión de bonos convertibles (con prima del 25%) por valor de 230 millones dirigida a nuevos accionistas, por lo que tendrá efecto dilutivo.

FCC, la primera en emitir bonos convertibles, no descarta lanzar una emisión de deuda por valor de 800 millones de euros, (500 millones en bonos directos y 300 millones en convertibles) que se sumaría a la que realizó en junio de 2010 cuando emitió títulos por 100 millones a través de su filial austriaca Alpine. Por su parte, Ferrovial y ACS se han limitado a anunciar su intención de diversificar sus fuentes de financiación. La compañía que preside Rafael del Pino anunció que quería acudir a los mercados y ACS dijo en abril de 2010 que buscaba colocar convertibles por 1.500 millones. Operación que aplazó.

Todas las emisiones tienen un claro objetivo: ayudar a mejorar la situación de balance. El capital obtenido se considera fondos propios, lo que sirve para reducir su elevado apalancamiento, uno de los principales deberes de las constructoras españolas (incluyendo Acciona) que en diciembre de 2010 acumulaban 57.540 millones de euros de deuda neta, un 6,5% menos que en 2009. Un buen mecanismo, por lo tanto, para Sacyr y Ferrovial especialmente que cuentan con una relación deuda-beneficio bruto muy elevada (de 18,5 y 9,1% respectivamente). Y más si cabe cuando Sacyr tiene previsto en este ejercicio, según recoge Bloomberg, el vencimiento de 5.235 millones de euros, un 64% del total de su endeudamiento.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky