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¿Se encamina Europa al default?

  • En EEUU no comparten nuestro optimismo sobre la crisis de la deuda

"Imagina que vas en tu coche conduciendo en una noche helada, tratando de subir una colina empinada. De pronto, el coche se para y lentamente empieza a deslizarse por la colina... hacia atrás. Nada de lo que intentas -frenar, acelerar, girar el volante- funciona. Caes cada vez a mayor velocidad y la colina se vuelve más empinada a medida que caes. Te das cuenta de que una fuerza incontrolable ha tomado el control de tu destino".

Así describe Carl Weinberg, economista jefe de High Frequency Economics, la situación de la zona euro después de la decepcionante cumbre del viernes que aplazó el Pacto por el Euro hasta junio por razones técnicas.

Esos factores técnicos, a juicio del comentarista de CNBC Patrick Allen, se refieren a la opinión pública en Alemania y Finlandia, que dio la espalda a Angela Merkel en las elecciones regionales del fin de semana. "Otra señal de que ni los países rescatados ni los rescatadores logran vender las implicaciones de la crisis de la zona euro a sus votantes", indica.

Desenlace inevitable

Tras el fracaso de la cumbre, el BCE anunció una nueva medida para facilitar liquidez al sistema financiero, que ha sido entendida como un traje a medida para los bancos irlandeses. A juicio de Weinberg, no hay nada encima de la mesa que pueda evitar que la zona euro caiga en una crisis.

"No es sólo que no haya una solución a la vista, es que no hay pistas de una idea que pueda realmente evitar un default en amplias porciones de la deuda de la zona euro", escribe. "Prestar dinero a países sobreendeudados no les ayuda a rreglar el problema. Ni tampoco existen planes para manejar el default de un país si éste llega a producirse", añade.

Otros son menos pesimistas y consideran positivo que todos los líderes europeos se hayan puesto de acuerdo en un plan. "Estos acuerdos demuestran una voluntad política conjunta de combatir los problemas financieros y fiscales de los países miembros", opina Frank Engels, de Barclays Capital.

Mala política

"Estas reformas podían haber sido más ambiciosas, por ejemplo en el automatismo de las sanciones. No obstante, apuntan a varias debilidades del entorno actual, y las consideramos un primer paso útil hacia una mayor coordinación de las políticas económicas de la región", explica.

No obstante, Weinberg cree que la situación de Irlanda y Grecia no tiene vuelta atrás, y probablemente las va a seguir Portugal. "Cualquiera de estas naciones puede incurrir en impago de su deuda soberana en cualquier momento", opina. Pero esa puede ser una solución mejor, a su juicio: "Si se les permite quebrar, el fondo de rescate puede permitir que reestructuren su deuda en 30 años en vez del actual servicio de la deuda en seis o siete años con enormes requisitos de liquidez".

"Eso arreglaría el problema de verdad con poco dinero. En vez de eso, la UE insiste en que el papel del fondo de rescate se limita a dar nuevos préstamos a países con exceso de deuda. Es una mala política que empeorará todavía más el problema", concluye.

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